Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: Meditamos
el rosario de hoy con algunos pensamientos de S.S. Francisco.
Señor
mío Jesucristo…
MISTERIOS GLORIOSOS
1.-La
Resurrección del Señor.
“El
mundo propone imponerse a toda costa, competir, hacerse valer… Pero los
cristianos, por la gracia de Cristo muerto y resucitado, son los brotes de otra
humanidad, en la cual tratamos de vivir al servicio de los demás, de no ser
altivos, sino disponibles y respetuosos. Esto no es debilidad, sino autentica
fuerza. Quién lleva en sí el poder de Dios, de su amor y su justicia, no
necesita usar violencia, sino que habla y actúa con la fuerza de la verdad, de
la belleza y del amor..”
2.- La
Ascensión del Señor
“Jesús
parte, asciende al cielo, es decir, regresa al Padre de quien había sido
enviado al mundo. Pero no se trata de una separación, porque Él permanece para
siempre con nosotros, en una forma nueva. Con su Ascensión, el Señor resucitado
atrae la mirada de los Apóstoles – y también nuestra mirada – a las alturas del
Cielo para mostrarnos que la meta de nuestro camino es el Padre.”
3.- La Venida
del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María
“El
estar cerrados al Espíritu Santo no es solamente falta de libertad, sino
también pecado. Existen muchos modos de cerrarse al Espíritu Santo: en el
egoísmo del propio interés, en el legalismo rígido – como la actitud de los doctores
de la ley que Jesús llama hipócritas -, en la falta de memoria de todo aquello
que Jesús ha enseñado, en el vivir la vida cristiana no como servicio sino como
interés personal, entre otras cosas. En cambio, el mundo tiene necesidad del
valor, de la esperanza, de la fe y de la perseverancia de los discípulos de
Cristo.”
4.- La
Asunción de María Santísima a los Cielos
“n
esta lucha que los discípulos de Jesús han de sostener – todos nosotros, todos
los discípulos de Jesús debemos sostener esta lucha –, María no les deja solos;
la Madre de Cristo y de la Iglesia está siempre con nosotros. Siempre camina
con nosotros, está con nosotros. También María participa, en cierto sentido, de
esta doble condición. Ella, naturalmente, ha entrado definitivamente en la
gloria del Cielo. Pero esto no significa que esté lejos, que se separe de
nosotros; María, por el contrario, nos acompaña, lucha con nosotros, sostiene a
los cristianos en el combate contra las fuerzas del mal. La oración con María,
en especial el Rosario – pero escuchadme con atención: el Rosario. Pues bien,
la oración con María, en particular el Rosario, tiene también esta dimensión
«agonística», es decir, de lucha, una oración que sostiene en la batalla contra
el maligno y sus cómplices. También el Rosario nos sostiene en la batalla.”
5.- La
Coronación De La Virgen Como Reina Y Señora De Todo Lo Creado.
“l
título de Reina no sustituye al de Madre: su realeza sigue siendo un corolario
de su peculiar misión materna, y expresa simplemente el poder que le ha sido
conferido para llevar a cabo esta misión. (…) Los cristianos miran con
confianza a María Reina, y esto aumenta su abandono filial en Aquella que es
madre en el orden de la gracia.”