DIOS PADRE, FUENTE Y ORIGEN
DE LA PALABRA
La economía de la revelación tiene su comienzo y
origen en Dios Padre. Dios, fuente de la revelación, se manifiesta como Padre
en el Hijo que vino a cumplir la voluntad del que lo había enviado y lleva a término la educación divina del
hombre. La revelación de Dios Padre culmina con la entrega por parte del Hijo
del don del Paráclito, Espíritu del Padre y del Hijo, que nos guía «hasta la
verdad plena». De este modo se abre para el hombre la posibilidad de recorrer
el camino que lo lleva hasta el Padre.
Como pone de manifiesto la cruz de Cristo, Dios habla
por medio de su silencio. El silencio de Dios, la experiencia de la lejanía del
Omnipotente y Padre, es una etapa decisiva en el camino terreno del Hijo de
Dios, Palabra encarnada. Jesús, prosiguiendo hasta el último aliento de vida en
la obediencia, invocó al Padre en la oscuridad de la muerte.
Esta experiencia de Jesús es indicativa de la
situación del hombre que, después de haber escuchado y reconocido la Palabra de
Dios, ha de enfrentarse también con su silencio. Muchos santos y místicos han
vivido esta experiencia, que también hoy se presenta en el camino de muchos
creyentes. El silencio de Dios prolonga sus palabras precedentes. En esos
momentos de oscuridad, habla en el misterio de su silencio.
Cfr.
Verbum Domini 20-2