NOVENA A SAN JOSÉ
CON SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO
INVOCACIONES PARA COMENZAR TODOS LOS
DÍAS
Eterno
Padre, por el amor que tienes a san José escogido por ti entre todos para
representarte en la tierra, ten piedad de nosotros.
Gloria Patri.
Eterno
Hijo, por el amor que tienes a san José, tu fiel custodio en la tierra, ten
piedad de nosotros. Gloria
Patri.
Eterno
Espíritu Santo, por el amor que tienes a san José, custodio de la Virgen María,
tu dilectísima esposa, ten piedad de nosotros. Gloria Patri
PRIMER DÍA. ¿Qué
Ángel o que Santo, dice San Basilio, ha merecido ser llamado Padre del Hijo de
Dios? Sólo San José tiene derecho a este título incomparable. Con este sólo
nombre de Padre, fue José honrado por Dios más que los Patriarcas, Profetas,
los apóstoles y los Pontífices, ya que todos estos tienen el nombre de siervos;
mas San José lleva merecidamente el nombre de Padre.
¡Oh
glorioso Patriarca! Yo venero en Vos al elegido de eterno Padre para que
compartiese con Él la altísima e incomparable autoridad que goza sobre su
Unigénito Hijo. Hacedme experimentar vuestra gran privanza con Dios, y vuestra
tierna caridad para conmigo, alcanzándome todas las gracias que necesito para
conseguir la eterna salvación. Pídase
la gracia que se desea alcanzar en esta novena.
Jaculatoria.—
San José, Padre adoptivo del Hijo de Dios, rogad por nosotros.
Padrenuestro, avemaría y gloria
PARA FINALIZAR CADA DÍA, SE RECITA LA
SIGUIENTE ORACIÓN.
Acordaos,
purísimo Esposo de la Santísima Virgen María, dulce protector mío San José, que
jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección
y reclamando vuestro auxilio, haya quedado sin consuelo. Con esta confianza
vengo a vuestra presencia y me encomiendo fervorosamente a Vos. No despreciéis
mi súplica, ¡Oh Padre adoptivo del Redentor!, antes bien, acogedla
benignamente. Amén