Homilía de maitines
SÁBADO DE LA III SEMANA DE CUARESMA
Forma Extraordinaria del Rito Romano
HOMILIA
DE SAN AGUSTIN, OBISPO
Tratado 33 sobre San Juan, después del principio.
Jesús se dirigió al monte Olivete”, monte lleno de
frutos, monte de los aromas, monte del crisma. ¿podía haber monte más indicado
para que en el enseñase Cristo, que el monte de los Olivos?. El nombre Cristo
se deriva del nombre crisma, y crisma en griego es lo mismo que unción en
lengua latina. Pues bien: Cristo nos ungió porque nos hizo luchadores contra el
diablo. “Y muy de mañana fue de nuevo al templo, y todo el pueblo acudía a él;
y sentándose les enseñaba”; no le detenían porque no había llegado aún la hora
de su pasión. Considerad ahora en qué circunstancias los enemigos del Señor vinieron
a tentar su mansedumbre.
Los escribas y fariseos le presentan una mujer
sorprendida en adulterio, y la colocan en medio y dicen a Jesús: Maestro, esta
mujer acaba de ser sorprendida en adulterio; en la ley nos mandó Moisés que la
tal fuera apedreada; mas tu ¿Qué dices?. Hablan así para tentarle y así poderle
acusar. ¿Pero de qué? ¿Acaso le habían sorprendido a él mismo en algún crimen,
o se decía que aquella mujer le interesaba de algún modo?
Entendamos, hermanos, cuan admirable fue la
mansedumbre del Seños. Sus enemigos habían notado que era sumamente manso,
sumamente benigno. Del mismo Cristo ya antes se había dicho: “cíñete al lado tu
espada, oh Rey poderosísimo. Con esa tu gallardía y hermosura, camina, avanza
prósperamente y reina por medio de la verdad y de la mansedumbre y de la
justicia”. De consiguiente enseño la verdad como maestro; mostro la mansedumbre
como redentor, y la justicia como conocedor de todo. Debía reinar en el
Espíritu Santo en virtud de estos tres atributos, Según había vaticinado el
profeta. Cuando hablaba, la verdad quedaba de manifiesto; no indignándose
contra sus enemigos, era admirada su mansedumbre. Por lo mismo, viéndose sus
enemigos torturados por la envidia a causa de la verdad y la mansedumbre que
resplandecía en él, simularon escandalizarse de lo último, es decir de su
justicia.