sábado, 5 de marzo de 2016

EVANGELIO DEL DÍA: Tampoco yo te condeno. Vete y no peques más.


SÁBADO DE LA III SEMANA DE CUARESMA
Forma Extraordinaria del Rito Romano

Evangelio según San Juan 8,1-11
Por su parte, Jesús se retiró al monte de los Olivos.  Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.  Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio,  le dijeron: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.  La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?». Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra».  E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.  Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí delante.  Jesús se incorporó y le preguntó: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?». Ella contestó: «Ninguno, Señor». Jesús dijo: «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».