miércoles, 30 de marzo de 2016

EL ROSARIO DE HOY CON SAN JUAN CLÍMACO


Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: 
San Juan Clímaco vivió en el siglo VII y fue abad del monasterio de Santa Catalina en el Monte Sinaí. Dejó escrito "La Escala Espiritual"  donde señala los peldaños del camino o subida hacia Dios a semejanza de la bíblica escala de Jacob.
“Oíd atentamente todas mis palabras, e inclinad vuestros oídos los que deseáis por verdadera conversión volver a Dios.” En este tiempo de cuaresma, al meditar el rosario con sus palabras, pedimos a la Virgen Santísima la gracia de nuestra conversión.
Señor mío Jesucristo... 
MISTERIOS GLORIOSOS
1.-La Resurrección del Señor.
“Resucita del amor del mundo y de los placeres, sepárate de las preocupaciones, despoja tu pensamiento, renuncia a tu cuerpo; la oración no es otra cosa que el olvido del mundo visible e invisible. "¿Quién hay para mí en el cielo? Estando contigo no hallo gusto ya en la tierra" (Sal 72:5). No deseo otra cosa que unirme continuamente a ti en una oración sin distracción. Unos desean la riqueza, otros, la gloria, y otros, grandes bienes, pero mi bien es estar junto a Dios; he puesto en el Señor la esperanza de la impasibilidad de mi alma (cf. Sal 72:8).”
2.- La Ascensión del Señor
“Quien tiene los pies encadenados no puede caminar; aquellos que acumulan bienes, no pueden ascender al cielo.”
3.- La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María
“Si el Espíritu Santo es llamado la paz del alma, y la ira es su perturbación, con razón también se dirá que una de las cosas que más cierran la puerta al Espíritu Santo, y que más rápidamente le hacen huir después de venido, es esta pasión.”
“El que ya sintió el ardor del fuego del Espíritu Santo, huye del trato de los hombres mundanos como la abeja del humo, pues como el humo daña a los insectos, asila compañía de los hombres es perjudicial al recogimiento. El agua de un río no corre derecho si no tiene un cauce por donde hacerlo ni riberas que lo detengan. Pocos hombres pueden sofrenar su lengua y afrontar a tan peligroso enemigo.”
4.- La Asunción de María Santísima a los Cielos
“Aquel que en verdad ama al Señor, que en verdad desea gozar del Reino de los cielos, que en verdad se duele de sus pecados, que en verdad está herido con la memoria de las penas del infierno y del juicio eterno, que en verdad está animado por el temor de su propia muerte, a ninguna cosa de este mundo amará desordenadamente: no se fatigará con los cuidados del dinero ni la hacienda, ni de los padres, ni de los hermanos, ni de cosa alguna mortal y terrena. Mas, habiendo rechazado toda atadura y aborrecido todos los cuidados concernientes a esas cosas, y más todavía a su propia carne, desnudo y ligero seguirá a Cristo elevando siempre sus ojos al cielo en espera del socorro según las palabras del Profeta: "Yo no me turbé siguiéndote a ti, pastor mío; nunca deseé el día ni el reposo del hombre.”
5.- La Coronación De La Virgen Como Reina Y Señora De Todo Lo Creado.

“Ninguno entrará a la celeste cámara nupcial para recibir la corona que recibieron los grandes santos, a no ser aquel que hubiera cumplido con la primera, con la segunda y con la tercera renunciación, a saber: en la primera ha de renunciar a todas las cosas que están fuera de él, como son los padres, los parientes, los amigos y todo lo demás; en la segunda ha de renunciar a su propia voluntad; en la tercera, por fin, ha de renunciar a la vanagloria que algunas veces suele acompañar a la obediencia, porque a este vicio están más sujetos los que viven en compañía que los que moran en soledad.”