COMENTARIO AL
EVANGELIO
Forma Extraordinaria del Rito Romano
El Cristo que encontramos en el Sacramento es el mismo
aquí, … en Europa y en América, en África, en Asia y en Oceanía. El único y el
mismo Cristo está presente en el pan eucarístico de todos los lugares de la
tierra. Esto significa que sólo podemos encontrarlo junto con todos los demás.
Sólo podemos recibirlo en la unidad. ¿No es esto lo que nos ha dicho el apóstol
san Pablo…? ... "El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos
un solo cuerpo, porque comemos todos del mismo pan" (1 Co 10, 17). La
consecuencia es clara: no podemos comulgar con el Señor, si no comulgamos entre
nosotros. Si queremos presentaros ante él, también debemos ponernos en camino
para ir al encuentro unos de otros. Por eso, es necesario aprender la gran
lección del perdón: no dejar que se insinúe en el corazón la polilla del
resentimiento, sino abrir el corazón a la magnanimidad de la escucha del otro,
abrir el corazón a la comprensión, a la posible aceptación de sus disculpas y
al generoso ofrecimiento de las propias.
La Eucaristía -repitámoslo- es sacramento de la
unidad. Pero, por desgracia, los cristianos están divididos, precisamente en el
sacramento de la unidad. Por eso, sostenidos por la Eucaristía, debemos
sentirnos estimulados a tender con todas nuestras fuerzas a la unidad plena que
Cristo deseó ardientemente en el Cenáculo. (Jn 17,21s).
Benedicto
XVI