CONSAGRACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA.
Oración de Beata María Cándida de la Eucaristía
Hostia fulgida, a ti renuevo el don entero, la
entera consagración de mí toda. ¡Dulcísimo Jesús, que tus fulgores cautiven las
almas todas: quien te ha encontrado, ha hallado aquí en la tierra el oasis
refrigerante, la felicidad! ¡Yo te bendigo y exalto, porque has querido
revelarte a mi alma y darle en tu Amor una segunda vocación! ¡Consume, con tus
llamas, todo eso que en mí no es conforme a ti: Tú que me has purificado,
cumple tu obra! ¡Tú que me has encendido, acaba de consumirme, de incinerarme!
¡Todo a ti debo, divina Eucaristía! ¡Oh santa Hostia, hazme inmaculada, hazme
toda amor: así yo te parezca delante! ¡Ninguna arma puede herir mejor que Tú, Oh pequeña y candidísima
Hostia: hiéreme! ¡Tú eres más que espada, Oh santo Amor sacramentado, mátame
Tú, fulmíname con sus flechas! ¡Pudiese yo morir a tus pies, por causa tuya!
¡Pudiese cada átomo de mí incendiar, incendiar las almas de un al otro lado de
la tierra para ti Sacramentado! ¡Oh
María, que me diste la Eucaristía, Oh Padre mío san José, que adoraste y
conservaste la Trigo de los elegidos, interceded! ¡Amén!