sábado, 2 de abril de 2016

PUES, A QUIEN SIGNIFICA SAN JUAN, SINO A LA SINAGOGA? Y ¿A QUIÉN REPRESENTA SAN PEDRO, SINO A LA IGLESIA? San Gregorio Magno Homilía de maitines

Homilía de maitines

SÁBADO IN ALBIS - OCTAVA DE PASCUA
Forma Extraordinaria del Rito Romano

HOMILIA DE SAN GREGORIO, PAPA
Homilía 27 sobre los evangelios
Hermanos, la lección del santo Evangelio que acabáis de oír es fácil de comprender si se mira superficialmente, en cuanto su sentido histórico; mas debemos descubrir brevemente los misterios que contiene. María Magdalena, reinando aun las tinieblas se encamino al sepulcro. La historia indica la hora; mas su sentido místico se refiere al estado de la inteligencia de la que buscaba. María buscaba en el sepulcro al Autor de todas las cosas, a quien había visto muerto según la carne. Como no lo encontrase, creyó que lo habían robado. Por consiguiente, reinaban aún las tinieblas cuando se fue al sepulcro. Corrió después velozmente, y anunció la resurrección a los discípulos. Pero corrieron primero que los demás, los que le amaron más que los otros, es a saber: Pedro y Juan
Corrían, pues, juntos los dos; pero Juan corrió más aprisa que Pedro. Llegó primero al sepulcro, y no se atrevió a entrar. Vino San Pedro después, y entró. ¿Qué es esto, hermanos; que significa esta acelerada venida? ¿Acaso se podrá creer que una descripción evangélica tan detallada carezca de misterios? De ningún modo. Porque Juan no diría que llegó primero y que no entró, si hubiese creído que su vacilación no entrañaba ningún misterio. ¿Pues, a quien significa San Juan, sino a la Sinagoga? Y ¿a quién representa San Pedro, sino a la Iglesia?
No debe causar admiración que por el más joven se representa la Sinagoga, y por el más viejo a la Iglesia; porque si respecto al culto de Dios primero es la Sinagoga que la Iglesia de los Gentiles, en lo concerniente al uso de las cosas del siglo, primero es la multitud de los Gentiles, que la Sinagoga según dice San Pablo: “Que no es el cuerpo espiritual el que primero fue formado, sino el cuerpo animal”. San Pedro, pues, como el más anciano, es la figura de la Iglesia de los Gentiles, y San Juan, como el más joven, la Sinagoga de los Judíos. Corren juntos los dos; porque desde el principio hasta el fin, corrieron la gentilidad y la sinagoga por común e igual camino, aunque no con común e igual sentimiento. Llegó primero la Sinagoga al Sepulcro, mas no entró; porque si bien conoció los preceptos y oyó las profecías de la encarnación y pasión del Señor, teniéndolo por muerto, no quiso creer en él.