Santo Rosario.
Por
la señal...
Monición
inicial: En este año de la misericordia, el Papa Francisco nos ha invitado a
redescubrir las obras de misericordia como seña de identidad de nuestra fe en
Jesús. “La predicación de Jesús –y toda
su vida- nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos
cuenta si vivimos o no como discípulos suyos.”
Al meditar los misterios del nacimiento, vida, pasión y gloria del Señor
de la mano de la Virgen María, pidamos la gracia de imitar a Aquel que es
Rostro de la misericordia del Padre.
Señor
mío Jesucristo…
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración
de Jesús en el Huerto
“Consolar
al triste” es la tarea que Dios encomienda al ángel en la hora de agonía de
Jesús antes de pasión. Él había exclamado: “Mi alma esta triste hasta la
muerte.” La tristeza de Jesús exige de nosotros reparación. Debemos consolar a
Jesús con nuestra oración y sacrificios, pero también saliendo al paso de
nuestros hermanos que se siente solos, apenados, entristecidos y compartiendo
con ellos nuestro tiempo, mostrándole nuestro afecto y dándoles una palabra de
ánimo.
2. La
flagelación de Jesús atado a la columna.
Jesús
sufrió la cárcel y allí fue burlado. “Visitar a los encarcelados” es acudir al
encuentro de Jesús que en ellos sufre el desprecio de los poderosos, de la
sociedad hipócrita, de los que promueven el mal en sus principios y después
condenan a las víctimas relegando cualquier consuelo y compasión.
3. La
coronación de espinas
“Cristo
padeció por nosotros, dejándonos un ejemplo para que sigamos sus huellas.
Cuando lo insultaban, no devolvía el insulto; en su pasión no profería amenazas.”
“Sufrir con paciencia los defectos del prójimo” es imitar a Jesús paciente y
sufriente en su Pasión. No por estoicismo, sino por amor.
4. Nuestro
Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
Camino
del Calvario el que debía ser digno de compasión se compadece de los que miran
y a aquellas mujeres que lloran por su suerte las invita a derramar lágrimas de
arrepentimiento y compunción por ellas y por los suyos. Jesús en su hora amarga
nos da ejemplo de “dar buen consejo al que lo necesita.”
5. La
crucifixión y muerte del Señor
“Padre,
perdónales porque no saben lo que hacen” dice Jesús en la cruz dejándonos una
lección sublime de amor a los enemigos. “Perdonar al que nos ofende” implica a
ejemplo de Jesús rezar por ellos y exculparlos del daño que nos hayan hecho.