HOMBRE Y MUJER LOS CREÓ
Reflexión diaria del Compendio de la Doctrina Social de la
Iglesia (nn. 111-114)
El hombre y la
mujer tienen la misma dignidad y son de igual valor a los ojos de Dios. Al
crearlos diferenciados no lo hace para establecer distintas dignidad o valor,
sino para que en la relación mutua se realicen plenamente. En la relación entre
hombre y mujer, donde el hombre y la
mujer encuentra su propio yo. “Esta si que es carne de mi carne y hueso de mis
huesos”. Además en esta relación y comunidad donde el hombre –no sólo como
individuo aislado- refleja su ser imagen de Dios que es Trinidad de personas.
Esta relación
entre el hombre y la mujer tiene un fin primordial que es ser custodio de la
vida: Dios le entrega la fecundidad y con ella la custodia de los nuevos
hombres y mujeres llamados a la vida. La
vida del hombre como don de Dios es sagrada e inviolable, y el hombre tiene la
misión de custodiarla. Recordar nuevamente las intervenciones
del Papa Francisco en torno a esto.
Al hombre y a la
mujer Dios les entrega no solo el don de la fecundidad sino también toda la
creación para que la domine. Este dominio no es una libertad de explotación y uso
arbitraria y egoísta, sino que debe de dominarse la creación sirviéndose de
ella y gozando lo “bueno” que Dios ha creado, pero con responsabilidad hacia lo
que le es entregado y teniendo presente que es un bien universal también para
las generaciones futuras.
El hombre se encuentra con Dios que le ha dado
la vida y la misma creación, se encuentra con el tú de la mujer y de los otros,
se encuentra con la misma realidad del mundo, y también el hombre se encuentra
consigo mismo pues puede reflexionar sobre sí mismo. En
el corazón del hombre reside su interioridad: las facultades espirituales
propias del hombre, sus prerrogativas en cuanto creado a imagen de su Creador,la
razón, el discernimiento del bien y del mal, la voluntad libre. El hombre en
relación consigo mismo, entrando en sí mismo, se encuentra con Dios pues solo
Dios que creado nuestro corazón es capaz de llenarlo.