EL MISTERIO DEL HOMBRE
Reflexión diaria del
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (n. 124-126)
En los siguientes puntos del
compendio se quiere poner de manifiesto el misterio de la persona humana con
sus múltiples dimensiones desde el misterio de Dios. Aquella expresión
conciliar de “Cristo revela al hombre el mismo misterio del hombre” tiene todo
sentido pues es a luz de Dios cómo podremos acercarnos debidamente a la persona
humana.
En el pasado y también en nuestro momento actual ha
habido y hay múltiples concepciones que quieren responder a la pregunta sobre
el ser humano. Pero la mayoría de ellas presentan una imagen reductivas, acentuando
sólo alguna de sus características con perjuicio de todas las demás. Esta
reducción tiene su raíz en criterios
ideológicos o formas difusas de pensamiento.
La Iglesia tiene la misión
también de anunciar no sólo el misterio del Dios revelado, sino también la
verdad sobre el hombre que brota de la misma revelación con una idea principal
que es la unión que existe entre todo el género humano salido de Dios y llamado
a realizarse plenamente en él.
La fe cristiana es muy superior
a estas ideologías reduccionistas y queda situada a veces en posición
totalmente contraria a ellas, en la medida en que reconoce a Dios, trascendente
y creador. Y aquí tenemos el porqué de tantos odios, de tanta persecución, de
tanta repulsa. Desde la fe cristiana, el hombre ha de ser considerado en la
plena verdad de su existencia, de su ser personal y a la vez de su ser
comunitario y social.