DÍA 26 DE ENERO
QUÉ VIRTUDES CON ESPECIALIDAD MOSTRÓ EN SU PURIFICACIÓN LA SANTÍSIMA VIRGEN
MEDITACIONES PARA LA NAVIDAD Y EL TIEMPO DE EPIFANÍA
del P. Nicolás Avancini
ORACIONES PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y digamos:
Oración para todos los días
Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.
En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido y con tal desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.
Pater noster, Ave María y Gloria.
DÍA 26 DE ENERO
QUÉ VIRTUDES CON ESPECIALIDAD MOSTRÓ EN SU PURIFICACIÓN LA SANTÍSIMA VIRGEN
1. Insinué arriba la obediencia y el amor de la pureza; toma ahora, para que la consideres, la humildad. Veía que había de ser tenida como una de las demás mujeres. No cuida de parecer pura, sino de serlo. Siendo Madre de Dios, no se publica por tal. ¡Oh, cuánto distas de esto! ¿Por ventura no quieres más parecer, que ser buen religioso? ¿No procuras ser tenido antes por buen sacerdote, por buen cristiano, que serlo? El ser reputado tal es ajeno y extraño: serlo es cosa intrínseca, y que sólo aprovecha. Procura, pues, ser, más que parecerlo. Ni quieras parecer, sino ser.
2. Considera el ejemplo de pobreza que te dio la santísima Virgen. Podía como los ricos ofrecer un cordero, si hubiera empleado en esto el oro que la presentaron los Magos; pero ofreció el sacrificio de los pobres, porque vio a JESÚS hecho pobre por nosotros. ¿No escoges tú para ti lo más honroso? ¿No lo procuras? ¿No te alegras con lo mejor? ¿Pero esto acaso es imitar a JESÚS pobre? No dudes que tanto más agradable fue a Dios la ofrenda de las palomas, cuanto era más humilde. ¿Qué dirás tú a tu Dios?
3. Considera la devoción con que ofreció su Hijo, y la ofrenda al sacerdote. Con qué pureza de intención acompañó estos dones, con qué caridad, etc. Compara tu devoción con la suya. Mira cuánta te falta. Penetra su necesidad en tu vocación. Piensa en los tiempos y acciones con que puedes unirte más con Dios.
ORACIONES PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS
Concluyamos nuestra oración implorando la intercesión de la santísima Virgen María y del Glorioso Patriarca san José:
Oración a la Santísima Virgen
Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera para madre suya. Te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo se preparan para celebrar el nacimiento de tu adorable Hijo.
¡Oh dulcísima Madre!, concédenos tu profundo recogimiento y divina ternura para que seamos un día dignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.
Oración a San José
Oh Santísimo San José, esposo de María y padre putativo de Jesús, infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Por el amor que le tuviste al Divino Niño, te ruego la gracia de abrasarme en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente hasta que lo vea y goce en el cielo. Amén.
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Santos Patriarcas, Profetas y justos que aguardasteis la llegada del Mesías, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.