5 DE ENERO
DE LAS CAUSAS DE IMPONER A CRISTO EL NOMBRE DE JESÚS, Y OBLIGACIONES QUE POR ÉL NOS PONE
MEDITACIONES PARA LA NAVIDAD Y EL TIEMPO DE EPIFANÍA
del P. Nicolás Avancini
ORACIONES PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y digamos:
Oración para todos los días
Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.
En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido y con tal desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.
Pater noster, Ave María y Gloria.
5 DE ENERO
DE LAS CAUSAS DE IMPONER A CRISTO EL NOMBRE DE JESÚS, Y OBLIGACIONES QUE POR ÉL NOS PONE
1. Porque Él hará salvó a su pueblo[1]. Por eso se llamó Jesús, que es lo mismo que Salvador. ¡Qué propiamente conviene este nombre a la persona que significa! ¿Tienes tú el nombre de secuaz de Jesús? ¿Tienes acaso el mismo celo de salvar las almas? Repara que tal nombre sin ejercicio, sólo te servirá de ignominia. ¿Eres aún sólo por cristiano discípulo de Jesús? ¿Salvas las almas a lo menos con tus ejemplos o con tus gemidos a Dios? ¿las pierdes con tus escándalos y perversas persuasiones? Regístralo. Excita en ti el celo de su salvación a ejemplo de Cristo.
2. Apártese de la maldad el que nombra el nombre de JESÚS[2]. Si san Pablo tiene por cosa indigna que el que es pecador tome en su boca el nombre de Jesús, ¿cuánta más indigna cosa será llevar en sí el nombre de Jesús, y pecar? ésta es la primera obligación que te impone el que llevas en ti este nombre, que no peques, aun levísimamente. ¿No eres cristiano, cualquiera que seas? Pues considera que eres jesuita, salvo o redimido. Para serlo, mira si obras según el apellido que tanto bien te causa. No lo frustres, no lo desdores con tu lengua y con tus hechos. Examínate acerca de esto, duélete, propón.
3. Todo lo que hacéis en la palabra o en la obra, todo lo haréis en el nombre del Señor JESÚS[3]. Esta es la segunda obligación que te pone el mismo nombre: JESÚS y su gloria sean el principio, el medio y el fin de tus obras y palabras: ni has de tener ni buscar otros. Considera, cristiano que, por no hacerlo así, pierdes el mérito de tus obras todas. Cualquiera, la más mínima es de sumo precio por esto. ¿Cuál es el fin de tus acciones, de tu vida, etc.? examínalo, témelo, duélete, ama, etc.
ORACIONES PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS
Concluyamos nuestra oración implorando la intercesión de la santísima Virgen María y del Glorioso Patriarca san José:
Oración a la Santísima Virgen
Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera para madre suya. Te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo se preparan para celebrar el nacimiento de tu adorable Hijo.
¡Oh dulcísima Madre!, concédenos tu profundo recogimiento y divina ternura para que seamos un día dignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.
Oración a San José
Oh Santísimo San José, esposo de María y padre putativo de Jesús, infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Por el amor que le tuviste al Divino Niño, te ruego la gracia de abrasarme en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente hasta que lo vea y goce en el cielo. Amén.
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Santos Patriarcas, Profetas y justos que aguardasteis la llegada del Mesías, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.