lunes, 22 de enero de 2024

23 DE ENERO. JORNADA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DESDE BELÉN A JERUSALÉN PARA PURIFICARSE

23 DE ENERO

JORNADA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DESDE BELÉN A JERUSALÉN PARA PURIFICARSE

 

 

MEDITACIONES PARA LA NAVIDAD Y EL TIEMPO DE EPIFANÍA

del P. Nicolás Avancini

 

ORACIONES PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y digamos: 

 

Oración para todos los días

Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.

En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido y con tal desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén. 

Pater noster, Ave María y Gloria.

 

23 DE ENERO

JORNADA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DESDE BELÉN A JERUSALÉN PARA PURIFICARSE

 

1. Y después que se cumplieron los días de la purificación[1] Considera cuan cuidadosa fue la Virgen de cumplir la ley de la purificación que no la obligaba. No se excusa por su virginidad conservada, ni por la excelencia de su Hijo. Sigue su ejemplo; pues cumplió la ley de la circuncisión, que no necesitaba ni estaba obligado a ella. Tiene por gloria ser contada entre las inmundas con falso juicio, después de haber sido reputado así su Hijo entre los pecadores. ¡Oh humildad y obediencia digna de admiración! ¡Oh, que diferente soy yo! Soy delante de Dios pecador, y delante de los hombres me enardezco y falto por un punto de honra. ¡Oh vergüenza! Aprende de JESÚS y MARÍA.

 

2. ¡Con qué sentimientos la beatísima Virgen y san José dejaron el establo, en el cual sólo y solamente con JESÚS tenían sus delicias entre tantas asperezas y una pobreza suma! En la falta de todas las cosas, un solo consuelo, pero muy grande, tenían, que era el estar con JESÚS. Con JESÚS ningún lugar es solitario, ninguna pobreza dura, ninguna incomodidad molesta. Pero ¿te son a ti molestas estas cosas? ¡Oh, amigo! No estás todo con JESÚS. Mendigas consuelos de las criaturas, más sólo aparentes, y desprecias los verdaderos. Dejas la fuente de agua viva, y afanas en formarte cisternas.

 

3. Considera la pobreza de estos caminantes, su modestia, su paciencia cuando son despreciados de los pasajeros, y desechados de las posadas. Oye sus piadosos discursos, llenos de varios afectos para con JESÚS. MARÍA alternaba los obsequios con JESÚS niño: ya MARÍA, ya José llevándole, etc., con qué reverencia lo harían, etc. ¡Ojalá tengas tú tales afectos, llevando en tu corazón a JESÚS, recibido en la Eucaristía!

 

ORACIONES PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS

 

Concluyamos nuestra oración implorando la intercesión de la santísima Virgen María y del Glorioso Patriarca san José:

 

Oración a la Santísima Virgen

Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera para madre suya. Te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo se preparan para celebrar el nacimiento de tu adorable Hijo.

¡Oh dulcísima Madre!, concédenos tu profundo recogimiento y divina ternura para que seamos un día dignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.

 

Oración a San José

Oh Santísimo San José, esposo de María y padre putativo de Jesús, infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Por el amor que le tuviste al Divino Niño, te ruego la gracia de abrasarme en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente hasta que lo vea y goce en el cielo. Amén. 

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Santos Patriarcas, Profetas y justos que aguardasteis la llegada del Mesías, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.



[1] Luc., 2.