martes, 30 de enero de 2024

31 DE ENERO. PROFETIZA DE CRISTO EL SANTO SIMEÓN

31 DE ENERO

PROFETIZA DE CRISTO EL SANTO SIMEÓN

 

MEDITACIONES PARA LA NAVIDAD Y EL TIEMPO DE EPIFANÍA

del P. Nicolás Avancini

 

ORACIONES PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y digamos: 

 

Oración para todos los días

Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.

En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido y con tal desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén. 

Pater noster, Ave María y Gloria.

 

31 DE ENERO

PROFETIZA DE CRISTO EL SANTO SIMEÓN

 

1. Advertid que Este está puesto aquí para ruina[1]. ¿El Salvador para ruina? Pero de aquellos que conocerán, sí, a Dios, pero no le honrarán según el conocimiento que de Él tienen: que usarán mal de sus gracias, y por su malicia no obedecerán a sus llamamientos. Teme no sea que a ti también te sirva de ruina, si no te aprovechas de sus gracias. Duélete de su mal uso y tan frecuente. Suplica que te las de eficaces. Propón cooperar a ellas. Sea más bien con sus ejemplos y auxilios ruina de tus pasiones.

 

2. Y para resurrección de muchos, o por mejor decir, de todos, si quieren. Nadie es excluido por Dios de la gracia de la resurrección. ¡Oh, qué bondad esta de Dios! Ofendido, ofrece su gracia. Recibiendo tantos agravios, busca la amistad del que los hace. No quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva[2]. Y esto no por su bien y comodidad, sino por la tuya. Con más verás quiere Dios tu bien, que tú mismo. Que, si con su ayuda te levantas, ¿Cuántas veces vuelves a caer por tu malicia? ¡Oh vergüenza! así ya en adelante te has de levantar, de modo que nunca caigas. Para esto contén el paso de tus pasiones, para que no te lleven a la caída.

 

3. Y como señal a quien se contradiga[3]. Los sucesos de la vida de Cristo mostraron la verdad de la profecía. Porque a la verdad: sufrió contra sí una contradicción continua de los pecadores. Buscado de Herodes, para matarle; dispuestos ya, para apedrearle los judíos; condenada y despreciada su doctrina, estuvo hecho blanco de todos los oprobios, calumnias y tormentos. Y tú también ¿Cuántas veces contradijiste a su vida y a su doctrina? Séate, pues, JESÚS de aquí en adelante señal, no a que contradigas, sino con quien te conformes; a quien dirijas tus deseos y tus acciones.

 

ORACIONES PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS

 

Concluyamos nuestra oración implorando la intercesión de la santísima Virgen María y del Glorioso Patriarca san José:

 

Oración a la Santísima Virgen

Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera para madre suya. Te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo se preparan para celebrar el nacimiento de tu adorable Hijo.

¡Oh dulcísima Madre!, concédenos tu profundo recogimiento y divina ternura para que seamos un día dignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.

 

Oración a San José

Oh Santísimo San José, esposo de María y padre putativo de Jesús, infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Por el amor que le tuviste al Divino Niño, te ruego la gracia de abrasarme en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente hasta que lo vea y goce en el cielo. Amén. 

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Santos Patriarcas, Profetas y justos que aguardasteis la llegada del Mesías, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.



[1] Luc., 2.

[2] Ezech., 33

[3] Luc., 2