13 DE ENERO
DE LA ADORACIÓN DE LOS MAGOS
MEDITACIONES PARA LA NAVIDAD Y EL TIEMPO DE EPIFANÍA
del P. Nicolás Avancini
ORACIONES PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y digamos:
Oración para todos los días
Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.
En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido y con tal desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.
Pater noster, Ave María y Gloria.
13 DE ENERO
DE LA ADORACIÓN DE LOS MAGOS
1. Y entrando en la casa, encontraron al Niño con MARÍA, su madre[1]. Considera que estos príncipes no tuvieron asco de la suciedad del establo, no despreciaron la pobreza o debilidad del infante; sino que conocieron, ilustrados interiormente, que era Dios el que veían tan niño. Alaba a Dios, da parabienes a los Magos. Ni tengas horror de la pobreza y del desprecio; porque después que Dios se hizo tan vil por ti, no le contentarás por medio de la estimación y gloria vana. Haz reflexión sobre esto. Duélete, desea, pide.
2. Y postrándose le adoraron[2]. Postráronse lo primero, no sólo con el cuerpo a tierra en señal de reverencia, sino también con el ánimo en el reconocimiento de su nada, conociendo que en todo dependían de Dios. Después de esto le adoran con perfecto culto de latría, porque le reconocieron por Dios. Repara ¡qué aprecio de sí excita Dios conocido! ¡qué reverencia! ¡qué sujeción y rendimiento de los ánimos! ¡qué humildad y bajo concepto de sí en el que le conoce! Te aventajarías en esto si penetrases bien lo que es Dios.
3. Y postrándose le adoraron. Considera, qué afectos fueron los suyos 1. Diéronle gracias por haber venido al mundo a redimirles. 2. Por haberlos traído a sí por medio de la estrella. 3. Ofreciéronsele por sus más íntimos siervos, para servirle perpetuamente. Excita en ti afectos semejantes, y ofrécete por Él a cualquiera cosa, por ardua que sea.
ORACIONES PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS
Concluyamos nuestra oración implorando la intercesión de la santísima Virgen María y del Glorioso Patriarca san José:
Oración a la Santísima Virgen
Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera para madre suya. Te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo se preparan para celebrar el nacimiento de tu adorable Hijo.
¡Oh dulcísima Madre!, concédenos tu profundo recogimiento y divina ternura para que seamos un día dignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.
Oración a San José
Oh Santísimo San José, esposo de María y padre putativo de Jesús, infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Por el amor que le tuviste al Divino Niño, te ruego la gracia de abrasarme en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente hasta que lo vea y goce en el cielo. Amén.
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Santos Patriarcas, Profetas y justos que aguardasteis la llegada del Mesías, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.