24 de junio
NATIVIDAD DE SAN
JUAN BAUTISTA
Forma Extraordinaria
del Rito Romano
En
aquel tiempo, a
Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus
vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y se
alegraban con ella. A los ocho días vinieron a circuncidar al niño, y querían
llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre intervino diciendo: «¡No! Se va
a llamar Juan». Y le dijeron: «Ninguno
de tus parientes se llama así». Entonces preguntaban por señas al padre cómo
quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Y
todos se quedaron maravillados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua,
y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y se
comentaban todos estos hechos por toda la montaña de Judea. Y todos los que los
oían reflexionaban diciendo: «Pues ¿qué será este niño?». Porque la mano del
Señor estaba con él. Entonces Zacarías, su padre, se llenó de Espíritu Santo y
profetizó diciendo: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y
redimido a su pueblo,
Lc 1, 57-68