PENSAMIENTO DE SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE
"Amor, gloria y
alabanzas sean dadas por siempre al Corazón de nuestro adorable Salvador, que
es todo amor, todo amoroso y todo amable."
MEDITACIÓN:
Después de ponerte en presencia de
Dios y disponerte para la meditación confundiéndote, dando gracias, pidiendo
perdón y las gracias necesarias para sacar el mayor fruto posible;
considera:
1.- Jesús en su entrada a Jerusalén ante la
indignación de los judíos por las aclamaciones de los niños, dijo: “Os digo que
si éstos callan, las piedras clamarán.” Como aquellos niños, también nosotros
debemos alzar nuestras voces y reconocer a Jesús, Rey de reyes y Señor de
señores, llevar su nombre y su evangelio donde no quieren escucharlo o no hay
nadie que lo proclame. No permitamos que nos callen, ni nos callemos por
nuestros miedos y respetos humanos… Si no, “clamarán las piedras.”
2.- Jesús ha dicho: “Como el Padre me ha amado, así
también yo os he amado; permaneced en mi amor.” Este es el mensaje que hemos de
anunciar: el misterio insondable del amor de Dios, que nos ha amado en Jesús y
espera nuestro amor. El Corazón de Jesús es símbolo del amor de Dios por
nosotros, un amor que no se agota pues siempre ama, y que ha de ser amado
porque tiene y nos da todo lo que es deseable para el hombre: en resumen, la
vida eterna.
Da gracias al Señor por este
momento de meditación y antes de terminar haz algún propósito concreto,
realista y firme para vivir lo meditado.