PENSAMIENTO DE SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE
"En sobreviniendo la humillación, regocijaos,
porque entraréis muy adentro en el Corazón de Jesús."
MEDITACIÓN:
Después de ponerte en presencia de
Dios y disponerte para la meditación confundiéndote, dando gracias, pidiendo
perdón y las gracias necesarias para sacar el mayor fruto posible;
considera:
1. Jesús ha dicho: "Dejad a
los niños, y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como éstos es
el reino de los cielos". Dios tiene un modo de actuar que desde el
pensamiento mundano es desconcertante. Sus preferidos, sus elegidos, sus
predilectos son siempre los que no cuentan, los poco importantes, los
pequeños... Y yo, ¿por qué me empeño en ser grande, en que me ensalcen, me
señalen? ¿Por qué me empeño en buscar la "grandeza" mundana? Tengo
que cambiar mi forma de pensar, para pensar como Dios lo hace.
2. Jesús ha
dicho: "Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan, y digan
todo género de mal contra vosotros falsamente, por causa de mí. Regocijaos y
alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande." ¿Feliz
cuando me insulten, me persigan, digan falsedades de mí? ¿Feliz cuando no sea
considerado, cuando me desprecien, cuando me ignoren? ¿Feliz cuando mis
palabras o mis opiniones no sean consideradas? ¿Feliz cuando mi trabajo no sea
valorado? En principio, no hemos de buscar la humillación porque el día a día
trae mil ocasiones para ello.... Pero cuando venga he de vivirlas desde la fe y
ofrecerlas como sacrificio por mis pecados, por mi soberbia, por la salvación
de los que amo... Dialoga con Jesús: Señor, cuánto me cuesta... Quiero hacerlo,
creo y espero en tu promesa: "vuestra recompensa sea grande.
Da gracias al Señor por este
momento de meditación y antes de terminar haz algún propósito concreto,
realista y firme para vivir lo meditado.