miércoles, 22 de junio de 2016

MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS (DÍA 22)



PENSAMIENTO DE SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE

Yo clamo al Sagrado Corazón de mi amadísimo Jesús, que es mi único tesoro, que te regale de la abundancia de su puro amor. 

MEDITACIÓN:
Después de ponerte en presencia de Dios y disponerte para la meditación confundiéndote, dando gracias, pidiendo perdón y las gracias necesarias para sacar el mayor fruto posible; considera: 
1. Jesús ha dicho: "Orad, para no caer en tentación". No es necesario razonar mucho sobre la necesidad de la oración. Jesús nos la ordena, y todos hemos experimentado la necesidad de orar: la necesidad de levantar nuestro corazón, nuestra mirada,  al que es Todopoderoso y Bueno.  En su Diario, Santa Faustina nos comunica la necesidad universal de la oración: “A través de la oración el alma se arma para enfrentar cualquier batalla. En cualquier condición en que se encuentre un alma, debe orar. Tiene que rezar el alma pura y bella, porque de lo contrario perdería su belleza; tiene que implorar el alma que tiende a la pureza, porque de lo contrario no la alcanzaría; tiene que suplicar el alma recién convertida, porque de lo contrario caería nuevamente; tiene que orar el alma pecadora, sumergida en los pecados, para poder levantarse. Y no hay alma que no tenga el deber de orar, porque toda gracia fluye por medio de la oración.”
2. Jesús ha dicho: "Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón." Todos tenemos una escala de valores. Todos consideramos unas cosas, personas o situaciones más importantes que otras... Todos tenemos un tesoro -alguna cosa, alguna persona, alguna realidad- que valoramos y no queremos perder. En ese tesoro tenemos puesto nuestro corazón. El tesoro del cristiano es Jesús; debe ser Jesús. La pregunta es evidente: ¿mi tesoro es Jesús?  Pidamos la intercesión de santa Margarita María para que como ella nuestro único tesoro sea el Corazón Sagrado de Jesús, y que por su mediación, seamos colmados de la abundancia del puro amor.
Da gracias al Señor por este momento de meditación y antes de terminar haz algún propósito concreto, realista y firme para vivir lo meditado.