jueves, 23 de junio de 2016

MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS (DÍA 23)



PENSAMIENTO DE SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE
"Si supieseis de cuánto mérito y gloria es honrar a este amable Corazón de Jesús, y cuán grande será el galardón que dará a los que, después de haberse consagrado a Él, sólo pretendan honrarle! Sí, creo que está sola intención acrecentará más el mérito de sus acciones delante de Dios, que cuanto pudieran hacer sin esa aplicación y pureza."

MEDITACIÓN:
Después de ponerte en presencia de Dios y disponerte para la meditación confundiéndote, dando gracias, pidiendo perdón y las gracias necesarias para sacar el mayor fruto posible; considera: 
1. Jesús ha dicho: "El que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida." Enseña el Magisterio de la Iglesia que la devoción y culto al Corazón de Jesús es "el compendio de toda la religión y aun la norma de vida más perfecta, puesto que constituye el medio más suave de encaminar las almas al profundo conocimiento de Cristo Señor nuestro y el medio más eficaz que las mueve a amarle con más ardor y a imitarle con mayor fidelidad y eficacia." Podemos estar seguros que honrando al Sagrado Corazón, seguimos a Jesús, y no caminamos en las tinieblas... Hemos de cuidar que nuestro culto sea en espíritu y verdad, con la única pretensión de agradarle. Esta pureza de intención acrecentará el mérito de nuestras buenas obras. 
2. Jesús ha dicho: "Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor." Aparentemente dar culto al Corazón de Jesús puede ser anticuado o poco moderno, puede sonarnos a tiempos pretéritos... y en cambio es la devoción más propicia para nuestra época: "El hombre del año 2000 tiene necesidad del Corazón de Cristo para conocer a Dios y para conocerse a sí mismo; tiene necesidad de él para construir la civilización del amor" -enseñaba S.S. Juan Pablo II.
Da gracias al Señor por este momento de meditación y antes de terminar haz algún propósito concreto, realista y firme para vivir lo meditado.