PENSAMIENTO DE SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE
"El Sagrado
Corazón de Nuestro Señor Jesucristo hará en todo mis veces si le dejo obrar.
Querrá, amará, deseará por mí, y suplirá todas mis faltas."
MEDITACIÓN:
Después de ponerte en presencia de
Dios y disponerte para la meditación confundiéndote, dando gracias, pidiendo
perdón y las gracias necesarias para sacar el mayor fruto posible;
considera:
1. Jesús ha dicho: "Sin mí no
podéis hacer nada". Santa Teresa decía: ¿Que soy yo? La nada y el pecado.
Yo, yo, yo y yo... La egolatría es la primera y constante tentación del ser
humano que se repite una y otra vez: ser como dioses. Por el Bautismo ya no nos
pertenecemos, somos de Cristo, somos "Cristo": ¿por qué, entonces, me
obstino en hacer las cosas a mi gusto, a mi capricho, buscando mi interés? Si
Jesús está en mí, si vive en mí: ¿qué es lo que impide que él sea el que haga
todo en mí: que sea el que quiera, el que ame, el que desee...
2. Jesús ha dicho. "En verdad, en
verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también;
y aún mayores que éstas hará". La prueba la tenemos en los santos: han
obrado milagros pero no por su propio poder si no que dejaron obrar a Jesús. La
disposición del cristiano no es tanto preguntarse "¿Qué tengo que
hacer?", sino dejar hacer a Dios con la actitud de la Virgen: "He
aquí la esclava del Señor".
Da gracias al Señor por este
momento de meditación y antes de terminar haz algún propósito concreto,
realista y firme para vivir lo meditado.