DÍA 27
PENSAMIENTO DE SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE
1.- "¿No podéis hacer
nada en la oración? Contentaos con ofrecer la que este divino Salvador hace por
nosotros en el Sacramento del altar, ofreciendo sus afectos en reparación de
vuestra tibieza, y decid en cada acción: Dios mío, yo quiero hacer o padecer
esto en el Sagrado Corazón de vuestro Hijo, y según sus santas intenciones, las
cuales os ofrezco para resarcir las miserias e imperfecciones de las mías. Y
así, en todo lo demás.
2.- Y cuando os sobrevenga alguna pena o mortificación, alentaos y decid: Toma lo que el Sagrado Corazón te envía para unirte a Él.
3.- Y procurad ante todo conservar la paz del corazón, que vale más que todos los tesoros del mundo. El modo de conservarla es negar vuestra voluntad y poner en su lugar la de este adorable Corazón, para que Él quiera por nosotros lo que sea más para su gloria, contentándonos con sometemos y abandonamos a Él. En una palabra, este Divino Corazón suplirá todo lo que falte; El amará a Dios por vos, y vos le amaréis en El y por El."
2.- Y cuando os sobrevenga alguna pena o mortificación, alentaos y decid: Toma lo que el Sagrado Corazón te envía para unirte a Él.
3.- Y procurad ante todo conservar la paz del corazón, que vale más que todos los tesoros del mundo. El modo de conservarla es negar vuestra voluntad y poner en su lugar la de este adorable Corazón, para que Él quiera por nosotros lo que sea más para su gloria, contentándonos con sometemos y abandonamos a Él. En una palabra, este Divino Corazón suplirá todo lo que falte; El amará a Dios por vos, y vos le amaréis en El y por El."
MEDITACIÓN:
Después de ponerte en presencia de Dios y disponerte para la meditación confundiéndote, dando gracias, pidiendo perdón y las gracias necesarias para sacar el mayor fruto posible; considera:
Después de ponerte en presencia de Dios y disponerte para la meditación confundiéndote, dando gracias, pidiendo perdón y las gracias necesarias para sacar el mayor fruto posible; considera:
*** Los tres puntos de este pensamiento de Santa
Margarita María nos ayudan a vivir unidos a este Corazón adorable de Jesús en
tres situaciones que son habituales en nuestra alma:
1.- En los momentos de sequedad durante la oración,
de inapetencia, de desgana o de falta de fervor; ¿qué hemos de hacer?
Contentarnos con ofrecer a la Santísima Trinidad, no nuestra oración ni
nuestros méritos, sino la oración y los méritos de Jesús, hasta que él quiera
remediar nuestra pobreza o enfermedad.
2.- En los momentos de pena o en los que hemos de
mortificarnos: tomarlo como venido de su mano y unirnos a él, sintiéndonos
dichosos de poder participar mínimamente en su pasión y muerte.
3.- Y en todo momento, hemos de conservar la paz del
corazón, tan importante para nuestra estabilidad de ánimo y perseverancia. La
fórmula está manifiesta: Negando nuestra voluntad y poniendo en su lugar la
voluntad de Jesús.
Da gracias al Señor por este momento de
meditación y antes de terminar haz algún propósito concreto, realista y firme
para vivir lo meditado.