PENSAMIENTO DE SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE
Que el Sagrado
Corazón logre en ti todos sus designios y que Él sea tu fortaleza, para que tú
puedas con valentía cargar el peso de tus responsabilidades.
MEDITACIÓN:
Después de ponerte en presencia de
Dios y disponerte para la meditación confundiéndote, dando gracias, pidiendo
perdón y las gracias necesarias para sacar el mayor fruto posible;
considera:
1. Jesús ha dicho: "El que
cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores que éstas
hará." Dios es Padre y como padre verdadero ha pensado un futuro para sus
hijos. ¿Te has parado a meditar cuál es el proyecto de Dios para contigo?
¿Qué es lo que Dios desearía que fueras? ¿Te has parado a pensar esos
sueños de Dios sobre ti? ¿Has considerado que tus pecados repetidos
constantemente han ido frustrando ese sueño del Señor? ¿Tus negativas a hacer
su voluntad han ido estropeando esa historia que el Señor había preparado? Pero
tu pecado no tiene la última palabra. Hoy el Señor vuelve a ilusionarse y
recrea su proyecto para contigo, vuelve a pensar en tu futuro. ¡Ojalá,
logre en ti todos sus designios!
2. Jesús ha dicho: "Mi yugo
es suave y mi carga ligera." Una de las verdades más alentadoras para el
creyente es que Dios se preocupa - se ocupa de cada uno de nosotros con
atención y preferencia- y, a pesar de encontrarnos física o incluso
anímicamente solos, sabemos por la fe que él está siempre a nuestro lado.
Esta presencia nos ayuda a caminar, hace suave y ligero el peso de la vida, nos
da valentía para cargar el peso de las responsabilidades. Recuérdalo, será de
gran ayuda.
Da gracias al Señor por este
momento de meditación y antes de terminar haz algún propósito concreto,
realista y firme para vivir lo meditado.