EJERCICIOS ESPIRITUALES. Día 25
Al comenzar cada día.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN DE OFRECIMIENTO
DE SAN IGNACIO DE LOYOLA
Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis,
a Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro:
disponed de ello
según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia,
que éstas me bastan.
Amén.
Antes de comenzar la meditación, siguiendo el consejo de san Ignacio, “pide gracia a Dios nuestro Señor para que todas tus intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su Divina Majestad.”
Se guarda unos segundos de silencio.
Se lee el punto de cada día, son sentencias cortas, para meditar y pensar. No leas apresurado.
San Ignacio recomienda la repetición de la meditación: Es conveniente a lo largo del día, volver sobre lo meditado.
DÍA 25.- INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA.
Dios todo amor.
Jesús va a dejar este mundo según su presencia visible.
Pero quiere quedarse entre los hombres. ¿Qué hará?
Como Dios sabe inventar el modo: se va y se queda.
Habiendo amado a los suyos, los amó hasta el fin.
Toma un pedazo de pan y dice: Esto es mi cuerpo.
Toma un poco de vino y dice: Esta es mi Sangre.
El pan ya no es pan, y el vino ya no es vino. ¡Milagro!
Morirá pero quedara siempre vivo en la Eucaristía.
Desaparecerá visiblemente, pero estará con nosotros.
Instituye la Eucaristía la misma noche antes de morir.
***
Oh Jesús, vuestro amor hacia nosotros no podía ser mayor.
Y no podía ser tampoco mayor nuestra ingratitud con Vos.
Os recibiré en la Comunión.
Os visitaré en el Sagrario.
Para finalizar cada día.
CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A Ti, celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.