EJERCICIOS ESPIRITUALES. Día 7
Al comenzar cada día.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN DE OFRECIMIENTO
DE SAN IGNACIO DE LOYOLA
Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis,
a Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro:
disponed de ello
según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia,
que éstas me bastan.
Amén.
Antes de comenzar la meditación, siguiendo el consejo de san Ignacio, “pide gracia a Dios nuestro Señor para que todas tus intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su Divina Majestad.”
Se guarda unos segundos de silencio.
Se lee el punto de cada día, son sentencias cortas, para meditar y pensar. No leas apresurado.
San Ignacio recomienda la repetición de la meditación: Es conveniente a lo largo del día, volver sobre lo meditado.
DÍA 7.- LA MUERTE.
Desde que naciste, vas a la muerte.
Cada día, cada hora que pasa, estas más cercano a ella.
Morirás y no sabes dónde.
Morirás y no sabes cuándo.
Morirás y no sabes si en gracia o desgracia de Dios.
Estad preparados, dice Dios; no os sorprenda la muerte.
¿Estás preparado para morir ahora mismo?
La muerte te enseña a despreciar las glorias mundanas.
La muerte te enseña a vivir santamente.
¿Cómo vives?
¿Y si ahora mismo te asaltase la muerte?
¿Qué? ¿Temes?
Un día u otro vendrá. Sabe muy bien ella tu domicilio.
Haz ahora lo que desearías haber hecho en aquella hora.
***
Jesús mío, necio soy en no prepararme para morir.
Ahora puedo y quiero hacer lo que no podre entonces.
Pido perdón por mis pecados; quiero morir santamente.
Para finalizar cada día.
CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A Ti, celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.