LUNES
DE LA III SEMANA DE CUARESMA
Forma
Extraordinaria del Rito Romano
Ningún
profeta es bien recibido en su casa.
Evangelio según San Lucas
4,23-30.
Él les dijo: «Seguramente me
vais a decir el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que
ha sucedido en Cafarnaún, hazlo también aquí en tu patria.» Y añadió: «En
verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria.»
«Os digo de verdad: Muchas
viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres
años y seis meses y hubo gran hambre en todo el país; y a ninguna de ellas fue
enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos
había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue
purificado sino Naamán, el sirio.»
Al oír estas cosas, todos
los de la sinagoga se llenaron de ira y,
levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad y le llevaron a una altura
escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad para despeñarle.
Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó.