MISTERIOS GLORIOSOS
Monición
inicial:
Cercano ya el Sagrado Triduo Pascual, la Iglesia nos
invita a recoger nuestros sentidos e introducirnos en los momentos culminantes
de nuestra redención, uniéndonos íntimamente a nuestro Señor Jesucristo y a su
Madre y madre nuestra, la Virgen Dolorosa.
Al contemplar los misterios gloriosos, nuestra fe se
confirma y reconforta con la esperanza de que tras la peregrinación en este
mundo, hay una vida en el cielo conseguida a precio de la sangre de Cristo.
Señor
mío Jesucristo...
1.-La
Resurrección del Señor.
“Aquel
que fue hecho inferior a los ángeles por un poco, a Jesús, le vemos coronado de
gloria y honor por haber padecido la muerte, pues por la gracia de Dios gustó
la muerte para bien de todos. Convenía, en verdad, que Aquél por quien es todo
y para quien es todo, llevara muchos hijos a la gloria, perfeccionando mediante
el sufrimiento al que iba a guiarlos a la salvación.” Hb
2, 9-10
2.-
La Ascensión del Señor
“Muchas
veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de
los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a
quien instituyó heredero de todo, por quien también hizo los mundos; el cual,
siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia, y el que sostiene
todo con su palabra poderosa, después de llevar a cabo la purificación de los
pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.” Hb 1, 1-3
3.-
La Venida del Espíritu Santo
“Es
preciso que prestemos mayor atención a lo que hemos oído, para que no nos
extraviemos. Pues si la palabra
promulgada por medio de los ángeles obtuvo tal firmeza que toda transgresión y
desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo saldremos absueltos nosotros si
descuidamos tan gran salvación? La cual comenzó a ser anunciada por el Señor, y
nos fue luego confirmada por quienes la oyeron, testificando también Dios con
señales y prodigios, con toda suerte de milagros y dones del Espíritu Santo
repartidos según su voluntad.” Hb 2, 1-4
4.-
La Asunción de María Santísima a los cielos en cuerpo y alma
“Es
claro que queda un descanso definitivo para el pueblo de Dios. Pues quien entra
en su descanso, también él descansa de sus trabajos, al igual que Dios de los
suyos. Esforcémonos, pues, por entrar en ese descanso, para que nadie caiga
imitando aquella desobediencia.” Hb 4, 10-11
5.-
La Coronación de la Virgen como Reina y Señora
“Al
contrario, exhórtense mutuamente cada día, mientras dura este hoy, para que
ninguno de ustedes se endurezca por la seducción del pecado. Porque
participamos de la suerte de Cristo, siempre y cuando mantengamos firme hasta
el final la confianza del principio.” Hb 3, 13-14