Santo Rosario.
Por la señal...
Monición inicial: Entre los santos de este día se venera al beato Juan Nepomuceno Zegri,
sacerdote que consagró su vida en el ministerio al servicio de la Iglesia y de
las almas, y, para procurar mejor la gloria de Dios Padre en Cristo, fundó la
Congregación de las Hermanas de la Caridad de la Santísima Virgen María de la
Merced. Entregó su alma a Dios en 1905.
Devotísimo de la Virgen de la Merced, decía: Mi sin igual madre y Protectora Nuestra Señora de las Mercedes, mi
único y exclusivo consuelo, la que me protege y ampara, la que me asistirá en
la hora de mi muerte y me conducirá a la vida eterna. Con esa misma
confianza invoquemos a Nuestra Señora para que en tengamos “en todo y siempre… caridad, mucha caridad.”
Señor mío
Jesucristo...
MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas
purísimas de la Virgen María.
“Preparen
sus corazones y Dios los llenará con su alegría, allanen sus caminos y el Señor
los conducirá a la verdad, abran sus hogares y Jesús los inundará con su
presencia.”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa
Isabel.
“Procuraré,
en cuanto me sea dado, correr como buen pastor en pos de las ovejas
extraviadas, para traerlas al redil del eterno Pastor de las almas. Como
médico, procuraré curar los corazones enfermos a causa de la culpa, derramando
sobre ellos la esperanza y, como padre, procuraré ser la providencia visible
para todos aquellos que, gimiendo en la orfandad, beben el cáliz de la amargura
y se alimentan con el pan de la tribulación, alejando siempre de mi ministerio
la distinción de personas, la diferencia de fortunas, pues todas las afecciones
terrenales deben enmudecer para un hombre que es deudor al sabio no menos que
al ignorante, al pobre no menos que al rico, al pecador no menos que al justo;
porque mi objeto debe ser el servir a todos para amarlos a todos en
Jesucristo.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“Convenía
que la Virgen participara de nuestras penas para ser intercesora nuestra.”
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del
Niño Jesús en el templo
"Debo
orar porque no puedo nada sin la gracia, debo velar, porque la gracia, aunque
es tan poderosa, no hace nada sin mí. Si velo sin orar es soberbia, y si oro
sin velar, es ilusión."
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
“Si
el sentimiento de la caridad no ejerce completo ascendiente sobre vuestro
espíritu y os dejáis llevar de miras egoístas: Dios y nuestra Santísima Madre
no estarán con sus religiosas…”