Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: Se cumple en este día el centenario de la primera aparición de Nuestra Señora en Fátima
(Portugal) a tres niños para revelarles el misterios de su Inmaculado Corazón y
hacer un llamamiento a la conversión y a la penitencia. Sor Lucía, la mayor de
los niños a quién la Virgen se apareció nos transmite en sus memorias: «Las palabras que más se me grabaron en el
corazón, fue la petición de Nuestra Santísima Madre del Cielo: “No ofendan más
a Dios, Nuestro Señor que ya está muy ofendido”. ¡Que amorosa queja y que
tierna petición! ¡Como me gustaría que los hombres de todo el mundo y todos los
hijos de la Madre del Cielo escuchasen su voz!»
Acogiendo la petición de la Virgen ofrecemos el rosario por la paz en el
mundo, por el Papa y la conversión de los pecadores.
Señor mío Jesucristo...
MISTERIOS GOZOSOS
1.-La encarnación del
Hijo de Dios en la entrañas purísimas de la Virgen
La
Virgen María respondió a las palabras del ángel Gabriel: He aquí la sierva del
Señor; hágase en mí según tu palabra.
La Virgen en Fátima dijo a los niños:
¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él quisiera
enviaros como reparación de los pecados con que Él es ofendido y de súplica por
la conversión de los pecadores? Ellos contestaron: Sí, queremos. La Virgen
entonces les dijo: Tendréis, pues, mucho que sufrir, pero la gracia de Dios os
fortalecerá.
2.-La visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
La
Virgen María, tras el anuncio del ángel, se puso en camino y se fue con
prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de
Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de
gozo el niño en su seno, Isabel quedó llena de Espíritu Santo
Ante el anuncio de la Virgen en Fátima
que llevaría pronto al cielo a los niños Francisco y a Jacinta, Lucía apenada
preguntó: ¿Me quedo aquí solita? A lo que Nuestra Señora respondió: No, hija. ¿Y tú sufres mucho por eso? ¡No te
desanimes! Nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino
que te conducirá a Dios.
3.-El nacimiento del niño
Dios en el Portal de Belén.
Los
pastores fueron a toda prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado
en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho acerca de aquel niño;
y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían.
María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.
Nuestra Señora, como Madre que protege
a su Hijo, vino a Fátima a suplicar al mundo, a todos los hombres, a nosotros
representados en aquellos tres niños: “No ofendan más a Dios Nuestro Señor, que
ya está muy ofendido.”
4.-La purificación de Nuestra Señora
y la presentación del niño Jesús en el templo.
José
y María estaban admirados de lo que se decía del Niño. Simeón les bendijo y
dijo a María, su madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en
Israel, y como signo de contradicción -
¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!- a fin de que queden al
descubierto las intenciones de muchos corazones.»
La Virgen María en Fátima pidió a los
niños y también nos lo dice hoy a nosotros: Rezad el Rosario todos los días
para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra.
5.-El niño Jesús
hallado y perdido en el templo
Al
cabo de tres días, los padres de Jesús lo encontraron en el Templo sentado en
medio de los maestros, escuchándoles y haciéndoles preguntas; todos los que le
oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.
Nuestra Señora no quiere que se pierda
ninguno de sus hijos, por eso en Fátima insistía a los niños: “Rezad, rezad
mucho y haced sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al
infierno por no tener quien se sacrifique y rece por ellas.”