Comentario del
Evangelio
III DOMINGO DE PASCUA
Forma Extraordinaria del Rito Romano
“Cuando lo pobres acuden a
pedir un favor a los grandes de este mundo, suelen llevarles algún humilde
obsequio. Pobres hijos de Adán, recurrimos a ti, Reina del cielo y de la
tierra, Reina opulenta y magnifica, para pedirte el don precioso de la gracia. Mas
antes recibe nuestra pequeña ofrenda: Ave María …”
Dios se nos esconde cuando
somos tentados y afligidos, para que le busquemos con más ardor y le
encontremos con mayor utilidad. Pero sus ausencias no duran mucho. Enseguida
saltareis de alegría, aunque tengáis que entristeceros un poco en diversas
tentaciones, para que vuestra fe probada, más preciosa que el oro… aparezca digna
de alabanza (1 Petr. 1,6).
Toda la vida espiritual es un
tejido de tribulaciones y consuelos. La esposa del Cantar de los Cantares oía
el llamamiento del amado, para cuando abría la puerta, se había ido ya (Cant.
5,2-5). El esposo llama para hacerse buscar, y cuando se le busca, huye para
que corramos tras el con mayor ansia.
Está con nosotros para que no
desfallezcamos en el camino, y se aleja para que el orgullo no nos pierda. Otras
veces se esconde o aparenta seguir adelante, como en el caso de Emaús, con el
fin de que le retengamos con más empeño.
“Todos estos piadosos engaños que empleo el Verbo en su vida mortal, continua usándolos en la región espiritual con las almas que se le entregan. Va y viene como le place y solo El conoce los motivos”. SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA
Transcripto por Dña. Ana María Galvez