jueves, 4 de mayo de 2017

EL ROSARIO DE HOY CON EL BEATO JUAN MARTÏN MOYË



 Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial:  Se hace hoy memoria de del beato Juan Martín Moyë, presbítero de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París, que en la localidad de Lorena, en Francia, que fundó el Instituto de Hermanas de la Divina Providencia, y en China reunió en régimen de vida común a unas vírgenes dedicadas a la enseñanza. Se mostró siempre inflamado por el celo de las almas, aún después de verse obligado a abandonar su patria durante la Revolución Francesa. († 1730). Con algunos de sus pensamientos meditamos el rosario de hoy.
Señor mío Jesucristo... 
MISTERIOS LUMINOSOS
1.-El Bautismo del Señor en el Jordán
“Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Gloria al Padre que nos creó, Gloria al Hijo que nos rescató, Gloria al Espíritu Santo que nos santifica. Gloria, bendición, honor, salud y adoración a la augusta e inefable Trinidad. Creemos y adoramos el misterio de la Santísima Trinidad. Que todo lo que hagamos sea para adorar ese misterio.”
2.-El Milagro de las Bodas de Cana
“Nada puedo por mí mismo, Señor, pero espero todo con el socorro de tu gracia.”
3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.
“La Sencillez es una virtud que nos hace ir a Dios sinceramente, sin rodeos, sin disfraz, con una intención recta, sin otra intención que la de agradarle, y que nos hace obrar y hablar con el prójimo con rectitud, sin fraude y sin malicia.”
4.-La Transfiguración del Señor
“Así es como debemos actuar en todas las cosas en las cuales la voluntad de Dios no nos es manifiestamente declarada. No debemos obstinarnos en nada, sino mantenernos en una santa indiferencia, sin querer una cosa o la otra, sino cuando haya lugar para creer que es para beneplácito de Dios. No olviden esta advertencia,, que ella les servirá en muchas ocasiones, y con esa santa indiferencia, con esa perfecta conformidad a la voluntad de Dios, conservarán siempre la paz del corazón.
5.- La institución de la Eucaristía
“Dios mío, deseo ardientemente y te pido humildemente la bendición del Santísimo Sacramento. Pido la bendición del Espíritu de Jesús para que me llene de su espíritu, me ilumine, me conduzca, me dirija, me vivifique y me anime por su espíritu; para que destierre de mí todos los malos pensamientos, los pensamientos inútiles, y que me inspire continuamente buenos pensamientos, piadosos deseos y santos afectos. Pido la bendición de la voluntad de Jesús sobre mi voluntad para que la haga conforme a la suya.”