ROSARIO DE LOS EMIGRANTES
E ITINERANTES
PONTIFICIO CONSEJO PARA LA PASTORAL
DE LOS EMIGRANTES E ITINERANTES.
Santo Rosario
Por la señal…
Señor mío Jesucristo.
MISTERIOS
GLORIOSOS
1.-La Resurrección del Señor.
«Dos
hombres con vestidos refulgentes les dijeron: “¿Por qué buscáis entre los
muertos al que vive? Ha resucitado. Acordaos de lo que os dijo estando todavía
en Galilea: El Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de pecadores,
ser crucificado y al tercer día resucitará”» (Lc 24, 5-7).
Oremos para que la Iglesia, que nació
del costado abierto de Cristo, muerto y resucitado, promueva un movimiento
amplio de solidaridad hacia todos los emigrantes y haga crecer comunidades
vivas en las que Cristo resucitado se manifieste a través del amor hacia los
hermanos y hermanas de cualquier raza, cultura y religión.
2.- La Ascensión del Señor
«Después
de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba
confirmando la palabra con las señales que lo acompañaban» (Mc 16, 19-20).
Oremos para que la actividad turística
sea siempre un instrumento eficaz para la promoción del crecimiento personal y
social de cada persona y de todos los pueblos, consolidando la cooperación
entre las Naciones, las culturas y las religiones.
3.- La Venida del Espíritu Santo
«Al
llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De
repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa
donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas de fuego, como llamaradas,
que se repartían posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu
Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el
Espíritu le sugería» (Hch 2, 1-4).
Oremos por los estudiantes que amplían
sus estudios lejos de su patria, para que se preparen cristiana y
académicamente a su futuro, a fin de ser más eficaces en el compromiso de
desarrollo en sus Países de origen.
4.- La Asunción de María Santísima a los
Cielos
“Cristo
resucitó de entre los muertos... Si por Adán murieron todos, por Cristo todos
volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto.. El último enemigo aniquilado
será la muerte... Así, pues, hermanos míos queridos, manteneos firmes y
constantes. Trabajad siempre por el Señor, sin reservas, convencidos de que el
Señor no dejará sin recompensa vuestra fatiga» (1 Cor 15, 20. 22. 26. 58).
Oremos por la gente del mar, por sus
familias, por los armadores y por todos cuantos trabajan en el sector, para que
en el ejercicio de su actividad no se dejen «consumir por los intereses y
preocupaciones materiales», ni se dejen vencer por la incertidumbre, la
ansiedad o la soledad, sino que busquen reparo en el corazón amoroso de María,
Asunta al Cielo.
5.- La Coronación de la Virgen como
Reina
«Después apareció una figura portentosa en el cielo: Una
mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas» (Ap
12,1).
Oremos por cuantos trabajan en los Aeropuertos, “cruce de la humanidad
en camino”, para que con la ayuda de los Capellanes que ahí sirven, comprendan
la importancia de ejercer su servicio diligentemente, en espíritu de apertura y
comprensión de las diferencias, haciendo, de este modo, palpable e inmediato el
sentido de la universalidad de la Iglesia.