martes, 7 de febrero de 2023

DÍA 7. NOVENA A LA VIRGEN DE LOURDES

NOVENA

A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES

HOMENAJE AL PAPA BENEDICTO XVI

 

ORACIONES PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS:

 

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES Oración del Venerable Pío XII

 

Dóciles a la invitación de tu voz maternal, oh Virgen Inmaculada de Lourdes, acudimos a tus pies en la humilde gruta donde aparecisteis para indicar a los extraviados el camino de la oración y penitencia, dispensando a los que sufren las gracias y prodigios de tu soberana bondad.

Recibid, oh Reina compasiva, las alabanzas y súplicas que pueblos y naciones, unidos en la angustia y la amargura, elevan confiados a Ti.

¡Oh blanca visión del paraíso, aparta de los espíritus las tinieblas del error con la luz de la fe!

¡Oh mística rosa, socorre las almas abatidas, con el celeste perfume de la esperanza!

¡Oh fuente inagotable de aguas saludables, reanima los corazones endurecidos, con la ola de la divina caridad!

Haz que nosotros tus hijos, confortados por Ti en las penas, protegidos en los peligros, apoyados en las luchas, amemos y sirvamos a tu dulce Jesús, y merezcamos los goces eternos junto a Ti. Amén

 

SÉPTIMO DÍA

LA 16ª APARICIÓN

Pasaron tres semanas sin novedad. El párroco no había organizado ninguna procesión tal y como le dijo Bernardita. El día 25 de marzo de 1858, Bernardita se siente llamada de nuevo a la gruta y acude. Será la décimo sexta aparición. La Señora le revela finalmente su nombre. Bernardita cuenta: la Virgen "levantó los ojos hacia el cielo, juntando en signo de oración las manos que tenía abiertas y tendidas hacia el suelo, y me dijo: yo soy la Inmaculada Concepción”. La joven corre a repetir el mensaje al párroco. Éste se convence y cree finalmente a Bernardita, pues son conscientes de que ella no pudo inventar esas palabras.

Solo cuatro años antes, el 8 de diciembre de 1854, el papa Pío IX había declarado el dogma de fe acerca de la Inmaculada Concepción en su bula Ineffabilis Deus: "Declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles." En Lourdes, el cielo confirma la fe de la Iglesia.

Así explicaba el Papa Benedicto XVI este dogma y su importancia para nosotros: “El misterio de la Inmaculada Concepción es fuente de luz interior, de esperanza y de consuelo. En medio de las pruebas de la vida, y especialmente de las contradicciones que experimenta el hombre en su interior y a su alrededor, María, Madre de Cristo, nos dice que la Gracia es más grande que el pecado, que la misericordia de Dios es más poderosa que el mal y sabe transformarlo en bien. Por desgracia, cada día nosotros experimentamos el mal, que se manifiesta de muchas maneras en las relaciones y en los acontecimientos, pero que tiene su raíz en el corazón del hombre, un corazón herido, enfermo e incapaz de curarse por sí solo. La Sagrada Escritura nos revela que en el origen de todo mal se encuentra la desobediencia a la voluntad de Dios, y que la muerte ha dominado porque la libertad humana ha cedido a la tentación del Maligno. Pero Dios no desfallece en su designio de amor y de vida: a través de un largo y paciente camino de reconciliación ha preparado la alianza nueva y eterna, sellada con la sangre de su Hijo, que para ofrecerse a sí mismo en expiación «nació de mujer». Esta mujer, la Virgen María, se benefició anticipadamente de la muerte redentora de su Hijo y desde la concepción fue preservada del contagio de la culpa. Por eso, con su corazón inmaculado, nos dice: confiad en Jesús, él os salvará!

En su camino de regreso, Bernardita dijo: "Estoy muy contenta, he cumplido con mi misión".

 

ORACIONES PARA TERMINAR TODOS LOS DÍAS

 

Pídase la gracia que se desea alcanzar por la intercesión de Nuestra Señora de Lourdes.

3 Avemarías

 

Consagración a la Virgen

de Santa Bernardita

Oh María, tú te convertiste en mi Madre en el colmo del dolor y de la prueba, por eso debo tener una gran y completa confianza en Ti.

 Cuando esté sujeto a la prueba de las criaturas y expuesto a la tentación y a la desolación de mi alma, vendré a refugiarme en tu Corazón, mi buena Madre, y te suplicaré que no me dejes perecer, que me concedas la gracia de ser sumiso y confiado en la prueba, siguiendo tu ejemplo, de sufrir con amor.

Que, como tú, yo permanezca al pie de la Cruz y clavado en la Cruz, si tal es el beneplácito de tu amado Hijo.

¡Jamás podrá perecer un hijo devoto de María! Madre mía, ten piedad de mí; me entrego enteramente a Ti, para que Tú me entregues a tu amado Hijo, a quien quiero amar con todo mi corazón.

Madre mía, dame un corazón ardiente por Jesús.

Amén.

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Santa Bernardita Souburius, ruega por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios,

rogad por nosotros.

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.