domingo, 5 de febrero de 2023

Capítulo 19. 2. LA ACTIVIDAD DEL BUEN RELIGIOSO. CONSEJOS ÚTILES PARA LA VIDA ESPIRITUAL

Capítulo 19. 2.
LA ACTIVIDAD DEL BUEN RELIGIOSO

CONSEJOS ÚTILES PARA LA VIDA ESPIRITUAL

Libro primero De la imitación de Cristo

 

 

ORACIONES PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS:

 

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y hagamos un acto de fe, esperanza y caridad:

ACTO DE FE, ESPERANZA Y CARIDAD

Creo en Dios Padre; Creo en Dios Hijo; Creo en Dios Espíritu Santo;  Creo en la Santísima Trinidad;  Creo en mi Señor Jesucristo, Dios y hombre verdadero.

Espero en Dios Padre;  Espero en Dios Hijo;  Espero en Dios Espíritu Santo;  Espero en la Santísima Trinidad;  Espero en mi Señor Jesucristo,  Dios y hombre verdadero.

Amo a Dios Padre;  Amo a Dios Hijo;  Amo a Dios Espíritu Santo;  Amo a la Santísima Trinidad;  Amo a mi Señor Jesucristo,  Dios y hombre verdadero. Amo a María santísima, madre de Dios  y madre nuestra y amo a mi prójimo  como a mí mismo.

Amo a San José, a  los ángeles y a mis hermanos los santos,  particularmente a mis santos patrones y protectores. Amo a los que me aman, mis familiares y amigos, amo a los que me odian y a los que les soy molesto o indiferente.  Amo a los que he hecho mal o he inducido a pecar. Pido para ellos y para mí, las gracias necesarias para la salvación. Amén.     

 

Capítulo 19. Segunda parte
LA ACTIVIDAD DEL BUEN RELIGIOSO.

5. Las actividades no comunes, no deben ostentarse públicamente sino ejercerse en privado protegidas por el secreto. Ten cuidado, no obstante: No seas mezquino con los intereses comunes y dispuesto con los tuyos exclusivamente sino que después de cumplir íntegra y fielmente lo que debes y te han encomendado, si todavía te queda tiempo, vuelve sobre ti mismo como deseas según tu buena disposición. No todos podemos llevar a cabo las mismas cosas: unas convienen más a unos y otras a otros. En concordancia con los distintos tiempos conviene diversas actividades, porque unas son más propias de los domingos y festividades religiosas y otras de los días ordinarios. Unas son necesarias en tiempo de tentación y otras distintas en tiempo de paz y tranquilidad. Está bien que pensemos en ciertas cosas cuando estamos entristecidos y en otras cuando nos  encontremos alegres en el Señor.

6. En las festividades principales debemos renovar nuestros buenos ejercicios e implorar con más ahínco la intercesión de los Santos. De celebración en celebración debemos hacer propósitos como si entonces tuviéramos que emigrar de este mundo y llegar por fin a la eterna fiesta. De ésta manera, debemos prepararnos con gran solicitud en los tiempos de piedad cristiana y más piadosamente comportarnos y cumplir más estrictamente nuestros compromisos religiosos como si fuéramos a recibir de Dios dentro de corto tiempo el premio de nuestros trabajos.

7. Y si esto se dilata creamos que no estamos muy bien preparados y que todavía no somos merecedores de tanta gloria como se revelará en nosotros al final de nuestras vidas y esforcémonos por prepararnos mejor para ese suceso. Feliz el servidor que cuando regrese su Señor le encuentre vigilante; de verdad les digo que lo pondrá como administrador de todos sus bienes (Lc 12, 37)

 

PARA FINALIZAR TODOS LOS DÍAS

 

Concluyamos nuestra oración recitando las preces de las letanías del santo nombre de Jesús.

 

PRECES DE LAS LETANÍAS

DEL SANTO NOMBRE DE JESÚS

Jesús, óyenos. Jesús, óyenos

Jesús, escúchanos. Jesús, escúchanos

Sednos propicio, perdónanos, Jesús

Sednos propicio, escúchanos, Jesús

De todo mal, líbranos, Jesús

De todo pecado, líbranos, Jesús

De tu ira,  líbranos, Jesús

De las asechanzas del demonio, líbranos, Jesús

Del espíritu impuro, líbranos, Jesús

De la muerte eterna, líbranos, Jesús

Del menosprecio de tus inspiraciones, líbranos, Jesús

Por el misterio de tu santa encarnación, líbranos, Jesús

Por tu natividad, líbranos, Jesús

Por tu infancia, líbranos, Jesús

Por tu divinísima vida, líbranos, Jesús

Por tus trabajos, líbranos, Jesús

Por tu agonía y pasión,  líbranos, Jesús

Por tu cruz y desamparo, líbranos, Jesús

Por tus sufrimientos, líbranos, Jesús

Por tu muerte y sepultura, líbranos, Jesús

Por tu resurrección, líbranos, Jesús

Por tu ascensión, líbranos, Jesús

Por tu institución de la santísima eucaristía,  líbranos, Jesús

Por tus gozos, líbranos, Jesús

Por tu gloria, líbranos, Jesús

 

Oremos:

Señor nuestro Jesucristo, que dijiste: pedid y recibiréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán; te suplicamos nosotros que pedimos la ternura de tu divino amor, que, amándote de palabra, de obra y de todo corazón, nunca dejemos de bendecir tu santo nombre.

Haz, Señor, que reine siempre en nosotros un temor respetuoso y un amor ardiente a tu santo nombre; ya que tu providencia no abandona jamás a los que has establecido en la solidez de tu amor. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártelo con tus familiares y amigos.

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.