miércoles, 22 de febrero de 2023

6ª VISITA EN HONOR DE LA GLORIOSA DIGNIDAD DE PADRE DE JESÚS

 

6ª VISITA

EN HONOR DE LA GLORIOSA DIGNIDAD

DE PADRE DE JESÚS

 

ORACIÓN PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS

 

Visita diaria a san José,

compuesta por San José Manyanet,

apóstol de la Sagrada Familia

 

Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, (breve silencio)

pidiendo el auxilio de la Virgen María (breve silencio)

y del Ángel Custodio, (breve silencio)

acudamos a la presencia del Glorioso San José y supliquemos:

 

INVOCACIONES A SAN JOSE

San José, nos acercamos a ti con confianza, eres nuestro padre y a ti nos consagramos para que nos enseñes a amar a Jesús y a María y agradar a Dios en todas las cosas. Al igual que santa Teresa, te tenemos por modelo de vida interior, para que seas nuestro “maestro” en el conocimiento de Dios “y no erremos en el camino” de llegar a él.

Glorioso Patriarca san José, sé nuestro maestro y enséñanos el camino de la oración.

Te pedimos que contigo adoremos a la Santísima Trinidad, y ahora y en la eternidad digamos:

 

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio ahora y siempre

por los siglos de los siglos. Amén.

 

San José, nos acercamos a ti guiados por el ejemplo de santa Teresa de Jesús que experimentó como la socorriste en “todas las necesidades”. Con confianza filial acudimos a tu intercesión porque “quiere el Señor darnos a entender que así como él te fue sujeto en la tierra, así en el Cielo hace cuánto le pides.”

Glorioso Patriarca san José, líbranos de los peligros, así de cuerpo como del alma.

Te pedimos que contigo adoremos a la  Santísima Trinidad, y ahora y en la eternidad digamos:

 

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio ahora y siempre

por los siglos de los siglos. Amén.

 

San José, nos acercamos a ti con deseo de teneros “verdadera devoción”, prestándoos “particulares servicios” de amor y veneración,  “pues ayudas mucho a las almas que a ti se encomiendan”.

Glorioso Patriarca san José, haznos más aprovechados en la virtud.

Te pedimos que contigo adoremos a la Santísima Trinidad, y ahora y en la eternidad digamos:

 

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio ahora y siempre

por los siglos de los siglos. Amén.

 

6ª VISITA

EN HONOR DE LA GLORIOSA DIGNIDAD

DE PADRE DE JESÚS

 

Según San Juan Damasceno, el Señor dio a San José, con el fin de facilitarle su cargo cerca de Jesús, las tres principales cualidades de un excelente padre, esto es: el amor, la vigilancia y la autoridad. Le dio la autoridad de padre para que el Hijo de Dios le obedeciese en todas las cosas; la solicitud y vigilancia de padre, a fin de que le asistiese y custodiase con todo cuidado tan precioso tesoro; y, finalmente, le dio el afecto de un tiernísimo padre.

 

San José, el más dichoso y favorecido hijo de David, padre adoptivo de Jesús y digno esposo de María, jefe de la casa de Nazareth y señor de toda su herencia, amado Patrón mío; confiadamente a Vos me llego, que sois todo bondad y ternura, para que os dignéis interceder con vuestro Jesús mi Dios y con María mi dulce madre, a fin de que acepten benignamente mis visitas y despachen favorablemente mis súplicas; y Vos, Padre mío, por aquella gloriosa dignidad de padre de Jesús y, como tal, constituido su director y maestro, pudiendo en consecuencia disponer de él como cualquier padre dispone de su hijo, mandarle y hasta ocuparle en trabajos y fatigas domésticas, a todo lo cual Jesús, rey del cielo, se sujetaba y empleaba voluntaria y gustosamente y, no obstante, por aquel respeto con que ejercíais Vos esta autoridad, la discreción y dulzura de vuestro gobierno y la sincera fe con que le mirabais vuestro Dios y siervo vuestro; por ello os suplico que, a imitación vuestra, sepa yo agradecer al Señor mi posición, sin jamás exaltarme, engreírme ni abusar de ella, antes bien, mirando vuestro ejemplo, mande sin orgullo a mis inferiores y, considerando en ellos la persona de Jesucristo, los trate con las consideraciones y miramientos de la caridad cristiana, para que, imitándoos en vida, os acompañe en el cielo. Amén.

Jaculatoria para este día.—Padre mío, San José, hacedme obediente a mis superiores, y afable y dulce con mis iguales e inferiores.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR TODOS LOS DÍAS

 

Pida cada uno la gracia que desea alcanzar por la intercesión de san José. (breve silencio)

 

Oh castísimo esposo de María, glorioso San José, acordaos de vuestra dignidad y del poder que os ha dado el Padre celestial para favorecer a todos los que de veras os invocan y despachar favorablemente todas sus peticiones. Bien sé que así lo hacéis, Padre mío, y me consta que nunca se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a Vos haya quedado sin consuelo. Así, pues, animado con esta confianza y sin temor de que sea yo el único que no experimentase vuestro patrocinio, postrado a vuestra presencia, me recomiendo a vuestra bondad, y os suplico os dignéis acogerlas favorablemente, y me socorráis ahora en vida y me recibáis en la hora de mi muerte. Amén.

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártelo con tus familiares y amigos.

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.