VII DOMINGO DESPUES DE PENTECOSTÉS
Forma Extraordinaria del Rito Romano
Cuidado con los profetas
falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por
sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los
cardos? Así, todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol dañado da frutos
malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos
buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir,
que por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice “Señor, Señor”
entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que
está en los cielos. Mt
7,15-21