lunes, 29 de febrero de 2016

EL ROSARIO DE HOY CON EL BEATO CARLOS GNOCCHI



Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: En este día meditamos el Rosario de hoy con el beato Carlos Gnocchi.
 MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Virgen María.
“El hombre debe absolutamente superarse y donarse, porque si no se atrofia. El individuo aspira con toda su fuerza a convertirse en persona. Pero esto no lo puede hacer sino es siguiendo la vocación para la cual ha sido enviado al mundo. Solo en este caso el servicio no es abatimiento; sino edificación de la personalidad. Porque el hombre no puede servir sino es por algo que lo supera y lo eleva: y esta es la voluntad de Dios, manifestada en la vocación del hombre de hoy.”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
“Muchos se preocupan de sentirse bien, más que de vivir bien,  por lo que acabarán sintiéndose mal. Trata de hacer todo el bien en la vida y acabarás sintiéndote muy bien.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“En medio de la ajetreo y el bullicio, no se olvide de nuestro pobres. Sería como dejar al Señor en el momento de la prueba y la Pasión, como por desgracia hicieron los discípulos temerosos. Las dificultades del momento, no deben enfriarnos, sino empujarnos a una mayor caridad. Sepa que no hay medio más eficaz para abreviar la prueba y alejar las desgracias que el de la caridad. Lo afirma la Sagrada Escritura, lo demuestra repetidamente la historia de la Iglesia. En tiempos de calamidad, tiempo de vivir la caridad.”
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño Jesús en el templo
"Los hijos no son de los padre, son de Dios. Ellos tienen una misión en el mundo y una batalla propia, con la bendición de sus padres."
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
“Cuando se acepta el don de la vida, don supremo de Dios, acto gran de fe por parte de los que son custodio de una alma para educarla para la vida del cielo, Dios lo recompensa con la alegría más pura… ¡Qué bella, y digo heroica, la empresa de la vida, cuando se la ve cristianamente, cuando se la ve desarrollarse, incluso en medio de las penas y dificultades, bajo la mirada y la dirección del Padre que está en el cielo y que todo lo conduce y guía a la salvación y felicidad eterna de nuestras almas! Incluso el dolor, como purificación y desapego de las cosas terrestres, para unirnos más directamente a Dios”.