jueves, 11 de febrero de 2016

LA IGLESIA EXPERTA EN HUMANIDAD Reflexión diaria del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (nn. 60-61)

LA IGLESIA EXPERTA EN HUMANIDAD
Reflexión diaria del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (nn. 60-61)
Después de haber considerado el plan salvífico de Dios sobre la humanidad caracterizado por el amor y la gratuidad divina que exige de nosotros la respuesta libre cuyo icono y ejemplo preclarísimo es la Virgen María,  comenzamos hoy a ver la misión de Iglesia con respeto a la doctrina social.
1.La primera idea que hemos de tener presente es que la Iglesia es continuadora de la obra de Cristo. Ella no tiene otra misión, ni otros gestos, ni otras palabras que no sean las de Jesús. Y esto es importante, ya que la Iglesia no es un cuerpo autónomo que puede ir “cambiando” de organización o de principios según convenga en cada época histórica… Ella es cuerpo de Cristo y debe por tanto obedecer a su Cabeza. Ella es convocada y enviada por Cristo y debe hacer aquello que Cristo le ha encomendado.
2. La segunda idea con respeto a la Iglesia es que –como afirma el Concilio- es como un sacramento: sacramento de amor y de esperanza; pues ella en medio del mundo, en medio de los hombres, hace presente a Dios y su plan de salvación. Ella es sacramento de esperanza pues desde la fe en Jesucristo cree, trabaja, anuncia y espera un cielo nuevo y una tierra nueva.
3.Utilizando la expresión del Apocalípsis –tercera idea- la Iglesia es “la morada de Dios con los hombres.” En la Iglesia, a pesar de los defectos y pecados históricos de los miembros que la formamos, tenemos la seguridad poder encontrar a Dios. Lo recordaba el Papa Francisco en los primeros días de su pontificado: “Creo en Jesús, en Dios, pero la Iglesia no me interesa... ¿Cuántas veces hemos escuchado esto? Pero esto no está bien. Hay quien considera que es mejor tener una relación personal, directa, inmediata con Jesucristo, fuera de la comunión y de la mediación de la Iglesia. Son tentaciones peligrosas y dañinas. Son, como decía el gran Pablo VI: dicotomías absurdas. Es verdad que a veces caminar juntos cuesta, a veces es cansado: puede pasar que algún hermano o hermana nos cree un problema o nos escandalice… Pero el Señor ha confiado su mensaje de salvación a personas humanas, a todos nosotros, a todos los hermanos y hermanas con sus dones y sus límites, y viene hacia nosotros y se da a conocer. Esto significa pertenecer a la Iglesia.”
4. La Iglesia experta en humanidad es el cuarto punto a considerar. Experta en humanidad porque la Iglesia está cimentada y confiada en el Verdad absoluta y plena que es Jesucristo, verdadero Dios, pero también verdadero hombre que revela a los hombres su propio misterio. Experta en humanidad, por su experiencia como madre universal de 2000 años… una experiencia que ninguna otra institución actual posee... Por tanto, la Iglesia tiene una palabra de vida y de verdad que ofrecer al hombre de toda condición llamado a realizarse en la construcción de sus relaciones sociales.
Hoy, fiesta de nuestra Señora de Lourdes, quisiera recordar unas palabras que Nuestra Señora dijo a Bernardita: “No prometo hacerte feliz en la tierra, sino en el cielo.” Nos equivocamos cuando ponemos toda nuestra expectativa en gozar de la felicidad aquí en la tierra. La felicidad plena es en el cielo. Aquí podremos disfrutar de instantes de felicidad en cuánto nos realizamos como personas en relación con Dios y con los demás.

Que la Virgen de Lourdes, nos conceda la gracia de vivir una santa cuaresma viviendo este evangelio de salvación.