martes, 16 de febrero de 2016

EL ROSARIO DE HOY CON EL BEATO JOSE ALLAMANO


Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: Entre los santos de este día, se celebra al beato Jose Allamano, sobrino de San José Cafasso. San Juan Bosco fue su confesor y el que le ayudó a madurar y dar los pasos hacia el sacerdocio. Fue sacerdote diocesano de Turín y fundador del Instituto de los Misioneros y Misioneras de la Consolata para la Misiones. Murió en 1926.
Muy joven fue nombrado rector del santuario mariano de la Consolata. Durante toda su vida, inculcó a sus misioneros y misioneras una tierna y fuerte devoción a la Virgen bajo el nombre de Consolata. Más de una vez dirá que la "verdadera Fundadora es la Consolata y él simplemente su instrumento".
"La Consolata es nuestra de una manera especial. Debemos estar orgullosos de tenerla como patrona. Estar santamente orgullosos de que nuestro Instituto es de la Santísima Consolata”.
Pongamos nuestras vidas confiados en los brazos de María, recibamos su consuelo y también nosotros seamos portadores de consuelos para los que nos rodean. Ofrecemos este rosario por los misioneros “ad gentes”.
Señor mío Jesucristo... 
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración de Jesús en el Huerto
“Nuestra cruz no es pesada como la suya y, si la llevamos unidos a él, en el amor, se vuelve liviana. Es por medio de la cruz que nos santificamos.”
2. La flagelación de Jesús atado a la columna.
“Optad por la mansedumbre como camino de transformación.”
3. La coronación de espinas
“Crezcan en el amor, fortalézcanse en el espíritu de la Pasión. Lo que más les dará fuerzas cuando estén en las misiones, será precisamente pensar en la Pasión de Jesús. Meditarla los ayudará a comprender su expresión “tengo sed” (Jn 19,28) y encenderá en ustedes el ardor misionero..”
4. Nuestro Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
“Meditemos la Pasión del Señor y nuestro corazón se conmoverá. Jesús sufrió por cada uno se nosotros, como si no existiera nadie más. Debemos apropiarnos de la Pasión del Señor, es decir, tratar de que siempre esté presente en nuestra mente, en nuestro corazón, en nuestro cuerpo, en nuestro espíritu.”
5. La crucifixión y muerte del Señor

“Seamos devotos del Crucifijo. ¿Qué es el crucifijo para un misionero? Es “un libro”, “un amigo” y “un arma”. Un libro para leer y meditar, un amigo que consuela y ayuda y un arma muy potente contra el demonio. No basta con llevar el crucifijo, también hay que imitarlo. Nos guste o no, nuestra vida está sembrada de sufrimientos. El secreto está en soportarlos con paciencia, en amarlos e incluso desearlos. Jesús no ha dejado la cruz a mitad de camino; cayó pero se volvió a levantar y siguió hasta el final. Pidámosle que nos dé luz sobrenatural y amor para llevar nuestra cruz detrás de él, sin arrastrarla por obligación.”