lunes, 29 de febrero de 2016

LA IGLESIA TIENE EL DERECHO Y EL DEBER DE HABLAR Reflexión diaria del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (nn. 69-71)


LA IGLESIA TIENE EL DERECHO Y EL DEBER DE HABLAR
Reflexión diaria del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (nn. 69-71)
Con su doctrina social la Iglesia «se propone ayudar al hombre en el camino de la salvación»: se trata de su fin primordial y único. No existen otras finalidades que intenten arrogarse o invadir competencias ajenas, descuidando las propias, o perseguir objetivos extraños a su misión. La Iglesia no es enemiga del hombre, todo lo contrario, ha sido fundada por Jesucristo para llevar a todos los hombres el mensaje de salvación. Hay un interés por parte de los enemigos de Dios –guiados por el padre de la mentira- de desfigurar e intentar por todos los medios denigrar a la Iglesia para desacreditarla y que su mensaje pierda autoridad. Sin duda, es la lucha entre la luz y las tinieblas. No hemos de perder el ánimo, pues el Señor está con su Iglesia.
“Id al mundo entero”. La Iglesia es por tanto maestra de la verdad de fe; no sólo de la verdad del dogma, sino también de la verdad moral que brota de la misma naturaleza humana y del Evangelio. Por eso, la Iglesia no puede renunciar a su misión de pregonar la verdad y denunciar el error y la injusticia. Muchos desearían que la Iglesia solamente se dedicase a las cosas religiosas  y espirituales, porque su voz se hace molesta; pero si la Iglesia renunciase a su misión se negaría a sí misma y no sería fiel a Cristo. La Iglesia no puede permanecer indiferente ante las vicisitudes sociales.  

No podemos negar que en ciertos momentos históricos, los hombres de la Iglesia llevados por sus ambiciones y debilidades se han puesto del lado incorrecto –también nos puede pasar hoy a nosotros cristianos del siglo XXI. Pero siempre, incluso en esos momentos, ha habido voces –los santos, particularmente- que han cumplido firmemente con su deber y misión.