2 de julio
LA VISITACIÓN DE NUESTRA SEÑORA
FORMA EXTRAORDINARIA DEL RITO ROMANO
En
aquel tiempo: María poniéndose en camino, se fue apresuradamente a las montañas
de Judea a una ciudad de la tribu de Judá;
y habiendo entrado en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. Lo mismo fue oír el saludo de María, que la
criatura, diera saltos de placer en su vientre, e Isabel se sintió llena del
Espíritu Santo, y exclamando en voz alta, dijo: ¡Bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre! Y ¿de dónde a mí tanto bien que venga la
madre de mi Señor a visitar-me? Pues lo
mismo fue penetrar la voz de tu saludo en mis oídos, que dar saltos de júbilo
la criatura en mi vientre. ¡Oh
bienaventurada tú que has creído! Porque se cumplirán las cosas que se te han
dicho de parte del Señor. Entonces María
dijo: Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu
está transportado de gozo en Dios, salvador mío.
Lc 1, 39-4