EL SECRETO DE LA
MORTIFICACIÓN INTERIOR
Ya que las monjas hacemos lo más, que es
renunciar a la propia libertad por amor de Dios, dejándola en las manos del
superior, y pasamos tantos trabajos, ayunos, silencio, clausura, asistir al
coro que, por mucho que nos queramos regalar sólo alguna vez podremos..., ¿por
qué no nos decidimos a mortificarnos interiormente, pues ahí está el secreto de
que todo lo demás sea más meritorio y más perfecto, y de que lo podamos hacer
con más suavidad y descanso?