LOS
QUE DE VERAS AMAN A DIOS…
Los que de veras aman a Dios, todo lo bueno aman, todo lo bueno quieren,
todo lo bueno favorecen, todo lo bueno alaban, se unen siempre a los buenos y
los favorecen y defienden; sólo aman verdades y cosas dignas de ser amadas. ¿Creéis
que es posible, que quien muy de veras ama a Dios, pueda amar vanidades y
riquezas y deleites del mundo, y honores? ¿Creéis que se mete en pleitos y se
enzarza en envidias? No, porque no pretende otra cosa que contentar al Amado.
Andan muriendo por su amor, y así ponen toda su vida en conocer cómo le
agradarán más (V 40, 3).