VUESTRO
DELEITE ES ESTAR CON LOS HIJOS DE LOS HOMBRES
Oh, Señor mío y Bien mío! ¡Que no puedo decir esto sin lágrimas y gran
regalo de mi alma! ¡Que queráis Vos, Señor, estar así con nosotros, y estáis en
el Sacramento (que con toda verdad se puede creer, pues es verdad, y con gran
verdad podemos hacer esta comparación), y si no es por nuestra culpa, nos
podemos gozar con Vos, y que Vos os gozáis con nosotros, pues decís que vuestro
deleite es estar con los hijos de los hombres (Prv 8, 31) (V 14, 11; CN 4).