LA VOCACIÓN ES VUESTRO
NEGOCIO
¡Oh,
hermanas mías en Cristo!, ayudadme a suplicar a este Señor, que para esto os ha
reunido aquí; esta es vuestra vocación; éstos han de ser vuestros negocios;
éstos vuestros deseos, aquí vuestras lágrimas; éstas vuestras peticiones (C 1,
5).