viernes, 26 de septiembre de 2025

27. DEBEMOS APARTARNOS DE LOS VICIOS. MES A LA VIRGEN DE LAS MERCEDES

DÍA VIGÉSIMO SÉPTIMO

DEBEMOS APARTARNOS DE LOS VICIOS 

 

MES 
en honor de
 N. S. DE LAS MERCEDES

Padre Antonio Pastor Codesal, OP

 

ORACIONES PARA INICIAR

Y FINALIZAR CADA DÍA

 

Oración primera para todos los días

 

Por la señal…

 

ORACIÓN

Santísima Virgen María, el dulce y consolador título de Nuestra Señora de las Mercedes manifiestamente nos dice cómo es de compasivo vuestro Corazón y de poderoso vuestro auxilio.  Pues echad sobre nosotros una mirada de compasión; ved nuestras almas con tantas cadenas de vicios y pecados; nuestra vida con tantas angustias y tribulaciones, sed Redentora de nuestras vidas y de nuestras almas, y; alcanzadnos la merced de vivir cristianamente, de morir santamente, de reinar gloriosamente en el cielo. Amén.

 

Se lee lo propio para cada día.

 

DÍA VIGÉSIMO SÉPTIMO

MEDITACIÓN

DEBEMOS APARTARNOS DE LOS VICIOS 

 

Puesto que de vicios y virtudes hemos venido tratando en este MES DE LA VIRGEN DE LAS MERCEDES, no será fuera de propósito terminarlo con meditaciones sobre el vicio, y sobre la virtud, para que clara y palpablemente se convenza el hombre que es la senda de la virtud, y no la del vicio, la que debe seguir sin desmayo.

Aunque hay muchas razones que persuadan al hombro huir del vicio, vamos a poner solamente dos que tienen cierto carácter fundamental. 

La razón es la guerra y desasosiego interior en que viven los malos (V. P. Granada Guía Lib. I CXX I).

Pues como ellos por una parte carezcan de gracia, que es el freno con que se mortifican las pasiones, y por otra tengan tan desenfrenado y suelto el apetito, que apenas saben que cosa sea resistirle en nada, de aquí nace que viven con infinitas maneras de deseos de cosas diversas, unos de honores, otros de oficios, otros de privanzas, otros de dignidades, otros de haciendas y otros de diversas dignidades, otros de haciendas y otros de diversas maneras de pasatiempos y deleites. Y como no todas las veces pueden alcanzar lo que desean, de aquí vienen a perturbarse y acongojarse de la manera que hace el niño goloso y regalado, que cuando le niegan lo que pide llora y patea y está para reventar. Y como este apetito sea ciego, y no haga diferencia de lo que pueda y no pueda alcanzar desea muchas veces lo imposible, y como el apetito quiere y no puede, codicia y no alcanza, tiene hambre y no hay quien le dé de comer, y muchas veces tiende los brazos en balde, y madruga de mañana y nada consigue, y, a veces, subiendo ya por la escalera lo derriban de los muros abajo, y le quitan de las manos los que parece que ya tenía; de aquí procede el morir, y el reventar, y el acongojarse, y despedazarse dentro de sí mismo por verse tan alejado de lo que desea.

Y acaece en este género de cosas otra más para sentir, y es que, a veces, consiguiendo el hombre lo que parecía iba a hacerle dichoso, se le mete un nuevo deseo en la cabeza, y si no lo alcanza, sufre más con esta sola cosa que no tiene, de lo que goza con todo lo demás que tiene. Bien dijo el profeta Isaías (Is. c. LVII): “el malo anda en tormenta que no puede tener reposo”. Esto mismo es lo que significó Dios (c. X) hablando contra la soberbia y potencia del rey de los asirios, diciendo: que Él pondría flaqueza en medio de su grosura, y fuego debajo de su gloria para que ardiese. Por donde se ve cómo sabe Dios dar un barreno al navío que navega prosperamente, y poner flaqueza en medio de la fortaleza, y ruina en medio de la prosperidad.

 

EJEMPLO

Si alguno dudare de la protección de la Santísima Virgen María sobre los hombres, no tiene más que hojear un poco la historia religiosa, y verá cómo la Santísima Virgen favorece sin cesar, y en todos los lugares a los hombres.

Prueba evidentemente de ello son incontables Santuarios establecidos en toda la redondez de la tierra, que son otros tantos tronos de gracia y misericordia. No habrá nación católica ninguna, por pequeña que sea, que no cuente con uno o más Santuario de tan bondadosa Madre. Recordemos, entre los antiguos, El Pilar, Guadalupe y Covadonga en España; Guadalupe en Méjico; Ntra. Sra. de los Ángeles en Costa Rica; Chiquinquirá en Colombia; y entre los más modernos, Lourdes en Francia y Fátima en Portugal. Los Santuarios de la Sma. Virgen María son tronos de gracia y misericordia para la humanidad.

 

Oración final para todos los días

 

Santísima Virgen de las Mercedes, Madre queridísima y Reina soberana de mi corazón. Yo os consagro en este día todo mi ser y os pido mercedes para todas mis necesidades. Os consagro mi inteligencia para que Vos la iluminéis con la lumbre de fe viva; os consagro mi corazón para que Vos lo gobernéis con la dulce y segura fuerza de vuestro amor; mi cuerpo y mis sus sentidos para que para que Vos los guardéis de obras malas; os consagro mi vida, para Vos la conduzcáis por los caminos de Dios; que son los del cielo y la eterna dicha. 

Y humildemente os pido mercedes para todas mis necesidades; la merced de vuestro poderoso auxilio contra los tres mortales enemigos del alma: mundo, demonio y carne; las pompas del mundo, las tentaciones del demonio, y las malas inclinaciones de la carne; y finalmente la perseverancia en la Divina Gracia para salvarme.

Quiero vivir y morir en la dulce y dichosa esclavitud de vuestro amor. No me abandonéis, oh mi amada Virgen de las Mercedes; guiadme en la vida, asistidme en la muerte y recibidme en la gloria. Amén. 

 

Tres Avemarías para que la Virgen María, Redentora de cautivos, nos libre del cautiverio de los tres enemigos del alma: mundo, demonio y carne, y nos conceda la gracia que le pedimos.

Avemaría... (x 3)