lunes, 22 de septiembre de 2025

23. LA PEREZA ES CONTRARIA AL BIEN DIVINO. MES A LA VIRGEN DE LAS MERCED. DÍA 9º DE LA NOVENA

 

DÍA VIGÉSIMO TERCERO

DÍA 9º DE LA NOVENA

LA PEREZA ES CONTRARIA EL BIEN DIVINO

 

MES 
en honor de
 N. S. DE LAS MERCEDES

Padre Antonio Pastor Codesal, OP

 

ORACIONES PARA INICIAR

Y FINALIZAR CADA DÍA

 

Oración primera para todos los días

 

Por la señal…

 

ORACIÓN

Santísima Virgen María, el dulce y consolador título de Nuestra Señora de las Mercedes manifiestamente nos dice cómo es de compasivo vuestro Corazón y de poderoso vuestro auxilio.  Pues echad sobre nosotros una mirada de compasión; ved nuestras almas con tantas cadenas de vicios y pecados; nuestra vida con tantas angustias y tribulaciones, sed Redentora de nuestras vidas y de nuestras almas, y; alcanzadnos la merced de vivir cristianamente, de morir santamente, de reinar gloriosamente en el cielo. Amén.

 

Se lee lo propio para cada día.

 

DÍA VIGÉSIMO TERCERO

MEDITACIÓN

LA PEREZA ES CONTRARIA EL BIEN DIVINO

 

Como la envidia es contraria al bien del prójimo, la pereza lo es al bien divino (S. Th. 2a 2a e 9 35 a 2). La pereza produce tibieza que a su vez, oprime al ánimo, como dice el Damasceno (S. Th. loc ctf), quitándole la voluntad de hacer el bien, y cayendo en culpable reposo, o en vagancia. 

Y esta depresión del ánimo para el bien obrar, adquiere más fuerzas tratándose de cosas de Dios, las que, por ser espirituales, no excitan los sentidos, ni hieren la fantasía, ni tienen el estímulo y acicate de la pública opinión, adversa y no propicia, de ordinario.

Los Proverbios nos dicen: “por temor al frío no quiere arar el perezoso: tendrá que mendigar en el estilo y nadie le dará” (Prov. e. VI XIII XXIV XXVI XXIII). El que trabaja su tierra tendrá abundancia de pan; más el perezoso es muy necio”; “quiere y no quiere el perezoso, y para no ir a ningún trabajo, dice: hay leones en el camino”. “Pasé por el campo del perezoso, y vi la viña del necio: las ortigas lo llenaban todo, las espinas cubrían la tierra y las cercas de piedra estaban arruinadas”. “Vete a ver la hormiga, oh perezoso, y fíjate en sus costumbres, y toma lecciones de su sabiduría”. “¿Hasta cuando estarás durmiendo tú, oh perezoso? cuando te levantarás de tu sueño?”.

Estas sentencias del Espíritu Santo tienen sentido espiritual para la vida del alma, además del sentido obvio que da la letra. Y así debes entenderlas, alma cristiana. 

 

EJEMPLO

A principios de siglo se convirtió al catolicismo el rey Mataafa de Samoa, al Este de Australia. Un día se le pidió que se dejara retratar para dar su fotografía a los cónsules extranjeros. Como estuviera rezando el Rosario cuándo llegó el fotógrafo así se colocó delante de la máquina; se le hizo observar que se retrasara sin ningún emblema religioso, como era costumbre de sus antepasados. Él contestó: ellos no eran cristianos, pero yo sí lo soy. (Id. Ib. p. 195).

 

Oración final para todos los días

 

Santísima Virgen de las Mercedes, Madre queridísima y Reina soberana de mi corazón. Yo os consagro en este día todo mi ser y os pido mercedes para todas mis necesidades. Os consagro mi inteligencia para que Vos la iluminéis con la lumbre de fe viva; os consagro mi corazón para que Vos lo gobernéis con la dulce y segura fuerza de vuestro amor; mi cuerpo y mis sus sentidos para que para que Vos los guardéis de obras malas; os consagro mi vida, para Vos la conduzcáis por los caminos de Dios; que son los del cielo y la eterna dicha. 

Y humildemente os pido mercedes para todas mis necesidades; la merced de vuestro poderoso auxilio contra los tres mortales enemigos del alma: mundo, demonio y carne; las pompas del mundo, las tentaciones del demonio, y las malas inclinaciones de la carne; y finalmente la perseverancia en la Divina Gracia para salvarme.

Quiero vivir y morir en la dulce y dichosa esclavitud de vuestro amor. No me abandonéis, oh mi amada Virgen de las Mercedes; guiadme en la vida, asistidme en la muerte y recibidme en la gloria. Amén. 

 

Tres Avemarías para que la Virgen María, Redentora de cautivos, nos libre del cautiverio de los tres enemigos del alma: mundo, demonio y carne, y nos conceda la gracia que le pedimos.

Avemaría... (x 3)