DÍA VEINTISIETE.
La Gloria.
BREVES MEDITACIONES SOBRE LOS NOVÍSIMOS
P. Juan Pedro Pinamonte, S.I.
y oración por los difuntos
ORACIÓN INCIAL
Por la señal…
Pongámonos en la presencia de Dios y adoremos su Divina Majestad.
Oh Dios mío, que condenándonos a la muerte, nos habéis ocultado el momento y la hora, haced que viviendo santamente todos los días de nuestra vida, merezcamos una muerte dichosa, abrasados en vuestro divino amor.
Haced que la meditación de las verdades últimas de la existencia del hombre sobre la tierra, nos sirvan de estímulo para arrepentirnos y detestar el pecado, y resolvernos a vivir y practicar la virtud.
Por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina con Vos, en unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
Se leen los puntos para cada día.
DÍA VEINTISIETE.
La Gloria.
A la primera entrada en el Cielo, ¿qué experimentaré?
1.- Una repentina inundación, y posesión de todos los bienes, sin mezcla de mal alguno. Gozaré todos los contentos sin la menor pena. ¡Oh qué consuelo tan grande será el mío!
2.- Todas estas sumas felicidades las gozaré en compañía de Jesús, de la Virgen Madre, y de todos los Ángeles y Santos del Cielo. ¡Oh qué comunicación tan gustosa y tan feliz!
3.- Las gozaré todas, y por toda la eternidad sin susto, ni contingencia de perderlas jamás. ¡Oh inefable Bienaventuranza!
FRUTO.
En cualquier pena que me moleste, o en cualquier deleite que me tiente, diréme a mi mismo: Cielo, Cielo, Gloria, Bienaventuranza eterna; como dijo San Felipe Neri, cuando le ofrecieron la púrpura. A la consideración de los bienes del Cielo aprenderé a despreciar todos los de la tierra, como lo hacía San Ignacio: Heu quam sordet terra, dum Calum aspicio. Decir con devoción el Salmo Lætatus sum.
PARA FINALIZAR
Por el eterno descanso de los difuntos y las benditas almas del purgatorio:
Pater noster…
V/ . Libra, Señor, sus almas.
R/. De las penas del infierno.
V/. Descansen en paz.
R/. Amén.
V/. Señor, escucha mi oración.
R/. Y llegue a ti mi clamor.
V/ . El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
Oremos:
Oh Dios, que otorgas el perdón y buscas la salvación de los hombres, pedimos a tu clemencia por la intercesión de la Bienaventurada Virgen María y de todos tus santos, para las almas de tus siervos que han salido de este mundo, la gracia de tener parte en la beatitud eterna: principalmente para las almas de mis familiares, amigos y bienhechores difuntos, y de aquellas más necesitadas y olvidadas. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
V/. Concédeles, Señor, el descanso eterno.
R/. Y brille sobre ellos la luz eterna.
V/. Descansen en paz.
R/. Amén.
V/. Por la misericordia de Dios y la intercesión de la Virgen María las almas de todos los fieles difuntos descansen en paz.
R/. Amén.